Un sustituto para Gabilondo
Cuatro catedráticos aspiran a convertirse en el próximo rector de la Autónoma
Del despacho del Rectorado al del ministerio. Hace un mes, Ángel Gabilondo dejó de forma inesperada su puesto de rector de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Ahora es ministro de Educación. Ha dejado la silla vacía. Cuatro catedráticos aspiran a sustituirle. Vienen de ámbitos diferentes: la psicología, el derecho y la física. Todos se consideran preparados para controlar una de las universidades públicas más importantes de España, con 33.000 estudiantes. Todos hablan de más investigación y más docencia al presentar su programa.
Las elecciones (en las que participan profesores, alumnos y personal de administración y servicios, con cupos diferentes) serán el 4 de junio. El ganador estará al frente de la UAM en un momento histórico: cuando se licencien los primeros estudiantes del Espacio Europeo de Educación Superior, los primeros graduados de la reforma de Bolonia.
Javier Díez: Un tercio de alumnos con posgrado
Decano de Derecho. Nació en Washington hace 51 años. Catedrático de Derecho Internacional, fue subdirector de la Secretaria de Estado de la Unión Europea y socio del despacho Uría Menéndez. En 1981, acabó su carrera en la UAM, en la que nunca ha dejado de dar clases desde 1986. Cuenta que lo que más le gusta es esquiar con sus hijas.
Como el resto, destaca la investigación en su programa. Y defiende apostar por más recursos y mejor gestión para defenderla. Considera que otro paso importante es conseguir que un tercio de los estudiantes terminen también un posgrado. Faltan aulas y medios audiovisuales, dice. Considera que el Proceso de Bolonia es "un gran pretexto para mejorar la calidad docente".
José Luis Linaza: Critica la masificación en la UAM
Lo intentó en 2006. Y aspira otra vez a ser rector. Este leonés de 61 años es licenciado por la Universidad Complutense en Filosofía y Letras, en la sección de Psicología. Hizo su tesis en Oxford y fue profesor visitante en Harvard y Berckley. Da clases en la UAM desde 1972 y es catedrático hace 21. Su principal afición es el esquí.
Critica la masificación y las lecciones magistrales. La capacidad, asegura, ha crecido mucho más que los medios en la Autónoma. "Fue construida para 5.000 estudiantes y vamos por 33.000". Critica la "mezcla de información y desinformación" que, según él, gira sobre el Proceso de Bolonia. "Hay que decir claro que los posgrados no garantizan el acceso a las becas que los estudiantes sí tienen ahora".
Amalio Blanco: Más espacios para nuevas enseñanzas
Es catedrático de la Facultad de Psicología. Nació en Cuenca hace 59 años. Obtuvo una beca Fulbright. Es doctor en Psicología y licenciado en Sociología. Fue decano de Psicología ocho años (1990-1998). Participó como consejero técnico de la oficina del Defensor del Menor entre 1998 y 2003. Su hobby es la natación.
"Esta universidad puede funcionar mejor", afirma Blanco, que asegura que peleará para que la Autónoma recupere el primer lugar en la investigación. "Necesitamos infraestructuras que se adecuen a las nuevas enseñanzas", añade. Reclama más seminarios y aulas más pequeñas. Sobre la reforma de Bolonia, considera que ha habido, desde hace años, "falta de comunicación desde el ministerio y desde las autoridades académicas".
José María Sanz: La explicación de Bolonia llegó tarde
Sanz, nacido en Madrid hace 57 años, ha sido vicerrector de Investigación y de Infraestructuras para la Investigación con Gabilondo durante los últimos ocho años. Lo sustituye como rector en funciones. Licenciado en Física en la UAM, se doctoró en Stuttgart en 1981 y está ligado a la docencia en la Autónoma desde 1982. Es catedrático de Física Aplicada. Cuando no trabaja, hace teatro con otros padres en el colegio de sus hijos.
El gran reto ahora, dice, es cambiar los métodos de enseñanza, que necesitan espacios mejor acondicionados. Reconoce que "no se ha comunicado bien" el Proceso de Bolonia. "Se desperdició mucho tiempo al principio para explicarlo; en 2002 los políticos pensaron que 2010 nunca llegaría".
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