"Si ganamos, enviaremos un mensaje al mundo"

"Es el partido más importante de mi vida", dice Fernando Llorente (Pamplona, 1985), que no había nacido la última vez que el Athletic y el Barcelona se midieron en una final de la Copa del Rey, la de 1984, aquélla que acabó como el rosario de la aurora con Goikoetxea, Maradona y unos cuantos más repartiendo mamporros. No habrá tan mal rollo en Mestalla. De boca de Llorente únicamente brotan flores para el rival. Ahora bien, anuncia un Athletic fiero, agresivo, firme. "A este Barça no le puedes jugar de tú a tú", justifica la gran esperanza bilbaína, 14 goles en la Liga y cuatro en la Copa en el curso de su consagración.

Pregunta. ¿Recuerda su última final?

Respuesta. (Ríe) Déjeme pensar... Fue en juveniles, contra Boca Juniors, en un torneo del Athletic . Casualmente, jugué aquella final con un bocadillo como el que tengo ahora y después estuve mes y medio parado. Pero no me quejo: metí un golazo y ganamos por 2-0.

"Nuestras opciones pasan por plantear un partido físico, duro, agresivo"

"Además, somos superiores al Barça a balón parado. Es nuestra gran baza"

P. ¿Está tan nervioso como entonces?

R. Aquello era bonito, pero, comparado con esto, no era nada. Ahora, la tensión es máxima. Esto es algo muy grande. Es el partido más importante de mi vida. Una final con tu equipo es lo más bonito que puedes vivir. Un partido así marca la carrera de un jugador.

P. Quién se lo iba a decir: de pequeño, era del Barça...

R. Mi ídolo era Laudrup. Me encantaba el dream team: jugaba de maravilla y ganaba. Guardiola era un jugador de mucha clase, de gran calidad, delgadito, hiperactivo... También ahora es inquieto. Aquella forma de jugar la ha implantado en el Barça, aunque el actual es mejor. Está haciendo un fútbol que nunca antes habíamos visto. Si algún día fuese entrenador, me gustaría que mi equipo jugara así. Es lo mejor que te puede pasar.

P. Este Barça ataca, pero también se defiende.

R. Y se defiende de maravilla. En cuanto pierden el balón, te aprietan. Quizás el momento de mayor peligro del Barcelona sean los primeros cinco segundos de tu posesión: si recuperan pronto el balón, te matan. Pero, si eres capaz de aguantar la pelota y superar esa primera línea, empieza a sufrir.

P. ¿Cómo se le puede parar?

R. El Chelsea es el que mejor le ha parado, haciendo muy buenos marcajes individuales a Messi, Iniesta y Xavi. El problema es que el Athletic no es el Chelsea. No tenemos esa exuberancia física.

P. ¿Quién es hoy el Guardiola del Barça?

R. Xavi. Es un artista. Lo tiene todo. Esa alegría con la que juega es envidiable. Disfruta imponiendo su estilo, haciendo disfrutar a los demás.

P. Si pudiera fichar a un jugador del Barça, ¿a quién ficharía?

R. A Iniesta. Hasta su lesión, era el jugador que más diferencias marcaba. Está incluso por encima de Messi.

P. ¿Qué posibilidades de éxito otorga al Athletic?

R. El Barça es el favorito. Eso nos viene bien.

P. El Barça se juega el triplete y ustedes tienen la Copa de la UEFA asegurada. ¿Es la presión para los catalanes?

R. No crea. Nosotros también la tenemos. Tras llegar a una final después de 24 años, todo el mundo quiere ganarla. Y las finales están para ganarlas. No sabemos cuándo vamos a volver a vernos en una de éstas.

P. ¿Tiene el Barça puntos débiles?

R. Sí, claro. Si le resistes sin recibir un gol, se incomoda. La clave está en hacerle daño cada vez que tengas el balón. Es fácil decirlo, otra cosa es hacerlo.

P. ¿En qué es superior el Athletic al Barça?

R. A balón parado. La estrategia será una clave de la final. Nuestro juego no tiene tantos recursos como el suyo, pero el balón parado es nuestra gran baza. La baja de Márquez nos favorece porque va muy bien en el juego aéreo. En cualquier caso, ahí estarán Puyol, Piqué, Touré Yayá...

P. En Bilbao todos confían en usted. Cuesta imaginar que el Athletic gane la final sin la aportación de Llorente.

R. Este curso estoy teniendo un papel muy importante y ojalá lo tenga en la final, pero no soy imprescindible. Sólo la fuerza del grupo nos dará la victoria.

P. Le aguardan Puyol y Piqué.

R. Será un desafío precioso, una gran lucha. Les conozco de la selección española. Son buenísimos.

P. Ante este Barcelona, colocar el autobús garantiza el desastre, pero jugarle de tú a tú se antoja temerario.

R. Al Barça no se le puede jugar de tú a tú. Para parar a sus jugadores, si no te juntas mucho y no haces muchas ayudas, no tienes nada que hacer.

P. ¿Siente que una actuación estelar suya puede dar la Copa al Athletic y, al tiempo, alejarle de San Mamés?

R. Eso ya es ir demasiado lejos. Tengo dos años más de contrato y no tengo una necesidad imperiosa de renovarlo. No tengo que precipitarme.

P. ¿Ya ha demostrado que no es un larguirucho más?

R. Todo partido es una oportunidad para demostrar tu valía, y más una final como ésta. El fútbol es un examen diario. En cada encuentro debes demostrar que eres el mejor porque nadie se acuerda del anterior.

P. ¿Se ve usted rindiendo en un equipo tan ligero y coral como el Barça?

R. Creo que lo he demostrado en la selección, cuyo estilo de juego es muy parecido.

P. ¿Si Florentino Pérez le dijese: 'Vente al Madrid?'

R. Nunca se sabe.

P. Lleva el Athletic mes y medio preparando esta final. ¿No corren el riesgo, y más con un entrenador como Javier Caparrós, de llegar pasados de vueltas?

R. No. Sabemos, porque es así, que nuestras posibilidades pasan por plantear un partido físico, duro, agresivo, pero no podemos permitirnos el lujo de tener un expulsado a los tres minutos.

P. Usted no había nacido cuando el Athletic y el Barça se midieron por última vez en una final, en 1984.

R. He visto en Internet el gol de Endika y la tangana con Goikoetxea y Maradona... Aquello es histórico. ¡Flipas con lo que pasó! Ahora hay mejor rollo entre los jugadores. El fútbol ha cambiado. Antes se permitían más cosas en el campo. Había menos cámaras. Ahora todo se ve. No puedes hacer el tonto.

P. Aquel Barça tenía dos extranjeros, Schuster y Maradona.

R. Y eso explica en gran parte que el Athletic lleve 25 años sin ganar un título. ¡Es así! Todos los clubes se han reforzado con extranjeros y nosotros seguimos como antaño. Una victoria del Athletic sería algo muy bonito para el fútbol. Enviaríamos un mensaje al mundo. El que un equipo con jugadores de la tierra derrotase en una final al mejor, a uno plagado de estrellas internacionales, sería muy comentado.

P. ¿Serviría de algo? ¿Cambiarían las cosas?

R. Eso no lo sé, pero a más de uno le daría que pensar. Quizás contribuiría a limitar el número de jugadores extranjeros.

P. ¿Cómo explicaría lo que se vive estos días en Bilbao?

R. Es de locos, increíble, extraordinario... Ves alegría e ilusión en el rostro de la gente. Te paran, te dan ánimos, besos, consejos... Los niños no van a ir al colegio el día de la final. Todo eso se contagia. Es la magia de la Copa en Bilbao.