El caso de Josephine Onyia
Tras un control antidopaje no negativo, la española espera la resolución del TAS
Josephine Onyia, de origen nigeriano, plusmarquista nacional de los 100 metros vallas (12,50 segundos) y una de las atletas españolas de mayor proyección internacional, resultó no negativa -aunque la sustancia hallada en el análisis esté prohibida, no se considera el caso como positivo hasta que lo confirme un organismo oficial, ya que podría haber circunstancias atenuantes- en un control antidopaje durante una competición el pasado septiembre, según reconocieron ayer personas de su entorno, que no precisaron el producto prohibido que se encontró en su orina. El Comité de Competición de la Federación Española de Atletismo no consideró, sin embargo, probado el dopaje y no la sancionó. No piensa de la misma manera la Federación Internacional (IAAF), que recurrió la absolución ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), el organismo que deberá resolver. Onyia, de 22 años, no compite desde el 21 de febrero, cuando ganó precisamente el campeonato de España de 60 metros vallas.
No era un producto duro, sino un simple estimulante, según el entorno de la atleta
Dos semanas después, Onyia acudió a Turín, a los Europeos en pista cubierta, con la selección española, pero una repentina gastroenteritis, la víspera, le impidió participar. El primer día de competición, el 5 de marzo, en vez de acudir a la pista del Lingotto, se fue al aeropuerto para volar a Valencia, donde vive y se entrena a las órdenes de Rafael Blanquer. El nuevo Código Mundial Antidopaje, que entró en vigor el 1 de enero, prevé la suspensión provisional de un deportista en cuanto el laboratorio detecte una sustancia prohibida en su orina, sin esperar al contraanálisis ni a las decisiones de los comités. En el caso de Onyia el contraanálisis confirmó el resultado del análisis.
La federación española no confirmó la información, amparándose en el carácter secreto que deben tener todas las actuaciones hasta que el último tribunal decida si debe sancionarse a Onyia o no. "Ha habido muchos casos en los que se ha hecho un daño irreparable a un deportista por anunciar un positivo que posteriormente no ha dado lugar a sanción", dijeron fuentes federativas.
Si el TAS, que también actúa con la máxima confidencialidad -no ha anunciado en su página web, en contra de lo habitual, la noticia de la admisión de la demanda de la IAAF ni las fechas previstas para la vista-, considera que sí hubo dopaje en la actuación de la atleta y la sanciona -dependiendo del tipo de sustancia tomada, la suspensión puede variar entre tres meses y dos años-, su caso sería, después del relativo al fondista Alberto García en 2003, el más importante en el atletismo español.
Fuentes cercanas a Onyia mantienen que el producto sospechoso no era ni un anabolizante ni una hormona de las consideradas duras, como la EPO, sino uno con efectos estimulantes. "Y creemos en su inocencia", indicaron. "De hecho, dos días después de este control, pasó otro y salió limpia". En septiembre, el último mes de un largo verano para Onyia, que se inició a lo grande el 1 de junio con la victoria y el récord de España (25ª marca mundial de la historia) en la reunión de la Golden League de Berlín, la vallista que siguió los pasos de Glory Alozie compitió en cuatro reuniones internacionales: en Lausana y Bruselas terminó tercera y en París y en Stuttgart, en la final del circuito mundial, ganó. Fue su momento más alto de una temporada que conoció su momento más bajo precisamente durante los Juegos Olímpicos de Pekín, en agosto, en los que quedó eliminada en las semifinales.
Manojo de músculos elásticos y muy potentes comprimidos en un cuerpo de 1,62 metros de estatura y 53 kilos de peso, Onyia llegó a Valencia en 2005 siguiendo los pasos de Alozie, vallista también de origen nigeriano y subcampeona olímpica con su país en Sidney 2000, que llegó a ser campeona de Europa con la selección española. Se nacionalizó en abril de 2007 y su primer gran resultado lo consiguió ese mismo verano, cuando su victoria en los Bislett Games de Oslo anunció una racha de cuatro triunfos seguidos en grandes reuniones internacionales.
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