Cataluña y Fomento entierran el hacha de guerra

En tiempos de Magdalena Álvarez en el Ministerio de Fomento construir un túnel ferroviario que cruzara la pista principal del aeropuerto de El Prat se convirtió en una empresa imposible. Todo eran dificultades insalvables. El nuevo ministro, José Blanco, ha desencallado el asunto en apenas tres semanas tal como él mismo se encargó de publicitar ayer en su primera visita a Barcelona como titular de Fomento. La anécdota ilustra el cambio que Blanco quiere imprimir en las relaciones entre el ministerio y las comunidades autónomas.

Pero la visita y su reunión con el presidente de la Generalitat, José Montilla, tuvo algo más que gestos. Ambos acordaron para el próximo 1 de enero el traspaso de Cercanías, algo previsto en el Estatuto catalán y que José Luis Rodríguez Zapatero prometió ya para enero del año pasado. La transferencia llegará, pues, con dos años de retraso. Montilla y Blanco se felicitaron por este "acuerdo político".

Blanco admite que el enfrentamiento entre PSOE y PSC no lleva a ninguna parte

El pacto alcanzado ayer, aunque repleto de interrogantes sobre su concreción económica, supone una suerte de tregua también entre el PSOE y el PSC, cuyas relaciones están profundamente enrarecidas por el retraso en pactar en nuevo modelo de financiación de la Generalitat.

Precisamente para tratar de pasar página en los múltiples incumplimientos del Gobierno central respecto a Cataluña, Blanco se reunió por la tarde con una parte de la ejecutiva del PSC. El secretario de Organización del PSOE se comprometió ante los dirigentes del partido hermano a avanzar en los traspasos de la carpeta catalana. Los dirigentes del PSC le transmitieron el mensaje de que si, a base de diálogo se puede cerrar un traspaso tan difícil como Cercanías, también debe ser posible sellar un pacto sobre la financiación autonómica. Blanco aceptó que el nivel de enfrentamiento que ha habido los últimos meses entre PSOE y PSC no lleva a ninguna parte y se comprometió a hacer lo posible para desencallar los asuntos pendientes.

El ministro no se privó de repetir los gestos de su ministerio hacia Cataluña que ya había anunciado por la mañana tras reunirse con Montilla. Además de Cercanías, Blanco desveló que la nueva terminal del aeropuerto de El Prat entrará en servicio el 16 de junio y que, además, se acelerarán sus medios de acceso con la prolongación de la actual línea de Cercanías al aeropuerto. Pero la carpeta de los desacuerdos sigue siendo grande. Ayer ni siquiera se habló del traspaso de los trenes regionales, que también están en el Estatuto. Tampoco se abordó el traspaso de los aeropuertos que Zapatero también ha prometido en varias ocasiones. Blanco sólo dijo sobre este asunto que el Gobierno ha abierto "una reflexión" que, dijo, espera pueda satisfacer a la Generalitat. No hubo concreciones.

A quien no convenció ayer Blanco fue a Convergència i Unió, Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya, cuyos votos pueden ser decisivos para que el PSOE pueda sacar adelante sus iniciativas en el debate del Estado de la Nación de la próxima semana. Oriol Pujol (CiU) calificó de "engañoso, virtual y tramposo" el traspaso de Cercanías, informa Bertran Cazorla. El PP se pronunció en términos parecidos y los socios del PSC en el Gobierno, ERC e ICV-EUiA, vieron con profunda incredulidad los cambios anunciados por Blanco. "Queda mucho por concretar, porque ya sabemos el cuándo del traspaso, pero falta saber el cómo", advirtió Anna Simó (ERC).El cambio en el Ministerio de Fomento se puede percibir en los cinco acuerdos anunciados ayer por el ministro José Blanco y el presidente de la Generalitat, José Montilla.

- Cercanías. El traspaso de Cercanías será efectivo con fecha 1 de enero de 2010. Durante todo ese año, el usuario no notará apenas nada, más allá de que la Generalitat intervendrá en la designación de una nueva dirección. El servicio seguirá con lo programado y se financiará con cargo al contrato programa entre Renfe y el Gobierno central. Pero el 31 de diciembre, vence y será necesario negociar un nuevo contrato programa. En ese momento, la Generalitat decidirá si le conviene y opta por aceptarlo y permitir que Renfe siga operando en Cataluña o lo rechaza y en ese momento los trenes y el personal pasan a depender de la Generalitat catalana. Ésta puede encargar el servicio a quien lo desee: si no es Renfe, puede ser Ferrocarrils de la Generalitat e incluso una empresa privada. Un ejemplo que sirve es el tren de la Pobla: la línea es de la Generalitat, pero la explota Renfe por encargo del Gobierno catalán, hasta que éste decida lo contrario.

- Aeropuerto. La nueva terminal del aeropuerto de Barcelona entrará en funcionamiento el próximo 16 de junio. Actualmente se halla en fase de pruebas, como pudo apreciar ayer el ministro en una visita a las instalaciones. La terminal tiene capacidad para 55 millones de pasajeros al año y su entrada en servicio supone 3.000 puestos de trabajo directos.

- Túnel ferroviario. Bajo la nueva terminal está ya construido el cajón que debe albergar la estación de Cercanías de la línea 10, pero la vía sólo estaba programada hasta la terminal actual. Blanco anunció ayer la licitación antes de acabar el año del tramo entre las dos terminales. Estaba parado debido a que pasará bajo la primera pista del aeropuerto y AENA había solicitado informes complementarios para garantizar que no se verá afectada lo más mínimo. Blanco explicó que el túnel se hará con tuneladora y la obra será supervisada por la Universidad Politécnica de Cataluña.

- Corredor mediterráneo. En 2012 no sólo el AVE llegará a la frontera, la línea de alta velocidad unirá Barcelona y Valencia y habrá una estación entre Tarragona y Reus, cuyo proyecto será aprobado, previsiblemente, por el próximo consejo de ministros. El corredor mediterráneo será adecuado también para mercancías desde Andalucía hasta la frontera y el Gobierno español promoverá que se incluya el corredor como proyecto prioritario de las Redes Europeas de Transporte en la Unión Europea.

- Sagrera. Aunque el acuerdo no es definitivo, Blanco y el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, anunciaron que en 15 días se dispondrá de la solución que permita desencallar las obras de la estación de la Sagrera, de modo que se adjudiquen este mismo año.