Medio Ambiente rechaza dos urbanizaciones en Sanxenxo

El Ayuntamiento de Sanxenxo pretende coronar Monte Faro con un campo de golf de 18 hoyos y 2.710 chalés de lujo, una actuación que ha recibido un nuevo revés de la Consellería de Medio Ambiente. El Diario Oficial de Galicia recogía ayer la memoria ambiental (emitida el 30 de marzo) que deja al descubierto la falta de respeto por los valores naturales y paisajísticos de dos planes parciales que suman el 5% de superficie global de la villa y presuponen 8.211 habitantes más (el padrón recoge apenas 17.000 en 2007).

Los dos informes se refieren a 255 hectáreas de suelo forestal que en su momento queron partidas por la vía rápida entre Sanxenxo y O Grove.

Los documentos señalan que en los planes no fueron debidamente integrados los criterios de sostenibilidad, por lo que deberán ser revisadas las previsiones relativas al suelo, el paisaje, la movilidad y la energía. De hecho, Medio Ambiente recomienda la creación de un plan integral que garantice la comunicación mediante transporte público y la necesidad de recurrir a las energías renovables ante el excesivo consumo energético que generará conducir el agua hasta esas cotas.

El desarrollo propuesto supondrá una concentración edificatoria en terreno forestal "con la pérdida asociada de valores paisajísticos, patrimoniales, naturales y ambientales". La localización de las viviendas en la cota más alta "agrava" la falta de integración en el paisaje que, además, resultará perceptible desde playas, miradores y otros puntos. El saneamiento y abastecimiento de agua dependerán de la ejecución de los planes municipales, ya que las infraestructuras existentes no tienen capacidad para asimilar el futuro desarrollo.

Un 72% de las 1.410 viviendas proyectadas es de carácter unifamiliar. Además del área residencial y el campo de golf, se contempla una zona hotelera y otra de equipamientos culturales y patrimoniales, "sin explicitar". A este apunte se suman 114 alegaciones. En el otro solar se prevén 1.300 chalés y recibió 26 alegaciones. Ninguno de los dos desarrollos se justifica en el plan general de urbanismo aprobado en 2003 y sus efectos, según la consellería, serían "irreversibles".