Forlán mira a Europa

Josep Maria Nogués concentró a sus jugadores el pasado viernes en un hotel de Sevilla para alejarlos del bullicio y los farolillos de una ciudad engalanada con la Feria. A la vista del atolondramiento con el que apareció el Betis en el césped, el técnico verdiblanco aún tiene que estar preguntándose si tanta precaución valió la pena. Más todavía después de enfrentarse a un Atlético irregular, sólido al inicio y destartalado al final, que si continúa aspirando a la Liga de Campeones es por la eficacia del segundo máximo goleador del campeonato, Forlán.

El cuadro andaluz se ofuscó a las primeras de cambio. Tan pronto como el Atlético llenó sus líneas de hormigón y Forlán hizo acto de presencia, al Betis se le apagaron todas las luces. El conjunto de Abel apretó filas, presionó en los tres cuartos y ahogó la salida del balón de los verdiblancos. Sólo cabía esperar la irrupción de Forlán. Y el delantero entró en escena al cuarto de hora.

Los rojiblancos estuvieron sólidos al comienzo y destartalados al final

Vive el uruguayo un final de temporada pletórico. Congraciado de nuevo con el gol, ha acudido a su cita en doce de sus últimos trece encuentros. Ayer no iba a ser menos. Inteligente como pocos, Forlán mide el tiempo y el espacio y apura la carrera hasta el momento preciso. Andaban Maxi y Raúl García por la banda derecha, departiendo con el cuero en una pared que terminó en las botas del argentino. Forlán, mientras tanto, miraba a sus compañeros. Hasta que, en el momento oportuno, lanzó un desmarque que le dejó solo entre una maraña de camisetas verdiblancas. Ni se inmutó. Allí que envió el balón Maxi para que el delantero batiera al meta. Y ya van 25 goles, que iguala su mejor registro goleador en la Liga, cuando campaba por Vila-real.

El Betis reaccionó con calma. Con calma y con cierta impotencia. Ni la situación de urgencia que vive en la clasificación espoleó a un equipo perdido en el círculo central. La ausencia de Mehmet Aurelio, que se perderá lo que queda de temporada por una lesión en la rodilla derecha, desestabilizó al conjunto de Nogués. El turco-brasileño no tiene recambio fiable. Y la apuesta de ayer por el novel Cañas resultó baldía para imponerse a Assunção y Raúl García.

Consternado regresó el Betis del vestuario. No ha logrado Nogués, en estos cinco partidos que lleva en el banquillo verdiblanco, recomponer al equipo.

Pero ocurre que en irregularidad, el Atlético le disputa el trono. Sólido y asentado en el césped con tuerca y tornillo como estuvo en la primera mitad, el conjunto rojiblanco se tambaleó en la reanudación. El Atlético cuenta con un cierto carácter autodestructivo que le complica la existencia cuando más despejado parece el futuro. Le sucedió otra vez ayer y apunto estuvo de hacer revivir al Betis en varias ocasiones. El árbitro no vio unas manos de Ujfalusi en el área. Después Perea envió un rechace al larguero. Y Leo Franco, por dos veces, pulió sus reflejos ante Oliveira.

Despistados como estuvieron los locales durante el encuentro, la fortuna les dio la espalda mientras le sonreía a Forlán. Cuando más deslavazado se encontraba el Atlético, ahí volvió el uruguayo para serenar las aguas que corren por el Manzanares y embocar un envío de Luis García. Mientras Forlán mira a Europa, el Betis vuelve a sentir en la nuca el aliento del descenso.