Barberá pide otra vez diálogo para no perder la Copa

La Copa del América ha vuelto a los tribunales con un nuevo recurso del equipo norteamericano del BMW Oracle para que se clarifique la fecha del probable duelo con el Alinghi. Los suizos quieren celebrar la regata en mayo de 2010, pero Oracle alega que la sentencia que les dio la razón sobre el protocolo de la competición fija como límite el mes de febrero, lo que obligaría a los equipos a navegar en aguas del hemisferio sur e impediría que Valencia fuera sede de la próxima Copa.

Ante esta posibilidad, y tras el fiasco del contrato que firmaron el Ayuntamiento y la Generalitat con Alinghi para dos regatas que al final no se celebrarán, la alcaldesa, Rita Barberá, recurrió ayer de nuevo a la petición de "diálogo" entre los litigantes para no perder el evento. También pidió "paciencia" ante la incertidumbre -la decisión puede quedar abierta hasta agosto, según reconoció-. "Y les recuerdo que ambos [equipos] se han llenado la boca diciendo que su deseo es que sea Valencia el escenario de la próxima Copa del América", afirmó. Hace menos de un mes, Ayuntamiento y Generalitat aceptaron pagar al Alinghi nueve millones de euros por unas regatas en julio y otro tanto para un evento en otoño, y rompieron el contrato cinco días después al ganar el pleito de la Copa el Oracle. Preguntada sobre si cree que los norteamericanos están resentidos por su apuesta por el Alinghi, la alcaldesa evitó responder.

En cambio, sí contestó al patrón de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, que el martes afirmó que el gran premio de Valencia en agosto pasado no cumplió las expectativas previstas y fue precipitado. Las declaraciones son "sorprendentes y desafortunadas", según la alcaldesa, quien negó que la empresa Valmor Sport, encargada del circuito, haya pedido apoyo económico para la carrera.

La alcaldesa se pronunció sobre los eventos de los que ha hecho bandera el PP tras denunciar en una conferencia de prensa los retrasos en un conjunto de proyectos de obras que trató en octubre pasado con la vicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega, a la que acusó de mentir y "engañar" a los ciudadanos.

La Delegación del Gobierno rechazó las duras acusaciones, mientras que la portavoz municipal socialista, Carmen Alborch, replicó que la alcaldesa intenta "esconder" con esta queja los problemas del Ayuntamiento y del Consell, a los que invitó también a "replantearse" los grandes eventos.