Celebrando la primavera

"Hay plantas que aún no han florecido y algo más de sol no nos hubiera venido mal, pero no nos podemos quejar, pues la lluvia es el tema de nuestra obra". Federico Brancalion, miembro del estudio de arquitectura italiano Sospese Riflessioni, esperaba impaciente a mediodía de ayer que llegase el jurado que debía puntuar su instalación. Bautizada con un nombre autóctono -Euria da! ("¡Es lluvia!")- es una de las 27 que compiten en Bilbao Jardín 2009, el certamen bienal de jardines urbanos cuyo ganador se conocerá hoy.

El jurado, integrado por personalidades de la política y la sociedad bilbaínas y por cuatro artistas invitados, que también han diseñado sus propios parques, tuvo ayer una jornada maratoniana. De la plaza de La Casilla, donde la obra de Brancalion permanecerá expuesta, al igual que el resto, hasta el 3 de julio, marchó a Zorroza, donde crecía Le bonheur de vivre, que homenajea a la pintura homónima de Matisse. En el autobús que trasladaba a la comitiva, el pintor Frederic Amat definía como "una sorpresa constante" y una forma "excelente" de celebrar la primavera este recorrido botánico.

Ibarrola: "No se necesita un jardín de 10 hectáreas, sino muchos puntos de color"

El vencedor del certamen reformará o creará un parque en la villa

Amat reconocía que su trabajo se sitúa en los antípodas de la mayoría de las propuestas: "Un camposanto" inspirado por unos versos sobre la muerte de José Ángel Valente. Junto a su parterre se han excavado fosas en torno a las que crece al azar la vegetación. "La ubicación, junto al Guggenheim, es muy importante. Es un recordatorio ante la vanidad humana", añadía.

De un poema también parte la propuesta del escritor Antonio Gala, junto al Arriaga. "Es mi declaración de amor hacia Bilbao. Y, para envolverla, he ideado el mejor ramo que se me ocurría: un patio cordobés", explicaba.

El pintor José Ibarrola, quien ha instalado frente al Ayuntamiento un pequeño bosque de esos paraguas tan característicos de su obra, celebra la bienal como una iniciativa que permite "ir recostruyendo la ciudad y asemejándola a la que querríamos tener". Para ello, apostilla, "no se necesitan diez hectáreas, sino llenarla de puntos de color". Como parte del jurado, Ibarrola encuentra muy interesante el contraste entre unas obras concebidas "como algo ornamental" y otras que buscan integrar al público.

El ganador del concurso -organizado por la Fundación Bilbao 700 y el Ayuntamiento, con un presupuesto total que asciende a 700.000 euros- edificará o restaurará un parque en la ciudad. José Luis Sabas, concejal de Obras y Servicios, destacaba la importancia de que quede algo permanente de estos 27 efímeros parques. "Dar vida a los espacios siempre es una de las mayores reclamaciones de los vecinos", concluía el edil.