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El homicida de Gernika no se arrepiente de matar a su mujer

Declara que el maltrato durante 30 años estuvo "bien"

Un mes después de haber matado a su mujer y herir de gravedad a una de sus hijas en su domicilio de Gernika, Jesús Francisco Jiménez Jiménez piensa que hizo lo que debía. La pasada semana, fue reconocido por los médicos y declaró que no se arrepiente "absolutamente de nada", según señalaron fuentes próximas al caso.

El homicida, encarcelado en la prisión de Basauri desde el 24 de marzo, había ofrecido algún signo de arrepentimiento en los primeros días tras el trágico suceso. Por ello, las autoridades penitenciarias le había incluido en el protocolo de prevención de suicidios, pero a la vista de su actitud posterior se le ha sacado y está en Basauri como un recluso más, señaló un portavoz de Instituciones Penitenciarias.

Los servicios médicos que le han atendido han diagnosticado que padece un trastorno de la personalidad. Es lo que se conoce como un psicópata, para lo que no existe ningún tratamiento psiquiátrico, según los medios consultados. En su declaración ante la juez, poco antes de ser enviado a prisión, dijo textualmente: "Esto es lo que pasa cuando una mujer trata de pasar por encima del hombre".

De hecho, Jesús Francisco Jiménez ha asegurado que actuó correctamente, tanto en el asesinato de su esposa, Izaskun Jiménez Borja, de 44 años, cono el de su hija Graciela, de 19. Ha argumentado que no ha tenido más "remedio" que llegar a estos extremos después de que otros métodos de coacción -el homicida confeso, de etnia gitana, no aceptaba la intención de su hija de irse del domicilio con su novio payo- no funcionasen. Incluso ha declarado que el maltrato continuado a su familia "está bien". El suceso ha permitido conocer que durante los casi 30 años de matrimonio las vejaciones a su mujer no cesaron y que la víctima hasta cinco denuncias por esta razón. Jesús Francisco fue condenado en 2006, cuando residía en la localidad navarra de Lodosa, por malos tratos y agresión en el ámbito familiar, y se le prohibió acercarse al domicilio durante un año.

Los medios consultados señalan que existen trastornos que pueden tratarse, pero que "el de psicópata antisocial es el peor de todos. No tiene capacidad de autocrítica. Es un antisocial que proyecta las culpas en los demás".

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