Sueño americano para el AVE español
Constructores y fabricantes ven grandes expectativas con el plan ferroviario de Obama
Que el presidente de EE UU cite, aunque sea de pasada, a España llena de orgullo patrio a alguno; que Barack Obama impulse un plan para construir una red de ferrocarril de alta velocidad es un sueño para los constructores españoles de la infraestructura y los fabricantes de trenes (CAF y Talgo).
Obama presentó el jueves su plan para dotar a EE UU de una red de líneas de velocidad alta (hasta 240 kilómetros por hora, frente a los 300 de España), con una referencia al AVE Madrid-Sevilla. "Ha tenido tanto éxito que hay más gente que viaja entre ambas ciudades por ferrocarril que en coches y aviones juntos", dijo el presidente estadounidense.
Quizá sea algo exagerado (ni Renfe ni Fomento ratificaron el viernes ese dato), pero no son desmedidos los 8.000 millones de dólares (unos 6.072 millones de euros) del plan especial de recuperación económica, más otros 1.000 millones anuales de los presupuestos federales en los próximos cinco años.
Talgo opera desde hace una década en una línea ferroviaria de la Costa Oeste
En EE UU sólo hay un tren rápido. En el segundo ya participa Prointec
Lo que promete Obama es poco dinero si se tiene en cuenta que el AVE Madrid-Barcelona ha costado más de 7.000 millones de euros (unos 600 kilómetros) y los 10 corredores aprobados para recibir fondos federales (ya estaban definidos desde 2004) suman una cantidad sin especificar de muchos miles de kilómetros.
Y eso que sólo se contemplan corredores de trenes rápidos en las costas y no para cruzar el país de punta a punta, lo que no resultaría rentable, según los expertos. Al dinero federal habrá que sumar fondos de los Estados y de la empresa privada.
Lo que no dijo Obama en su discurso ferroviario es que España será en 2010 el país del mundo con más kilómetros de alta velocidad en construcción y que en 2012 será el primero en kilómetros en servicio.
Tampoco la documentación al respecto hace ninguna referencia a España (si bien incluye como ejemplo internacional la raquítica red del Reino Unido, de 112 kilómetros), que invertirá 83.450 millones de euros en alta velocidad entre 2005 y 2020.
Pero aluda Obama o deje de aludir, los grandes constructores españoles y los fabricantes de trenes sueñan ya con hacer las américas a toda mecha. "Estamos encantados. Somos el país con más experiencia ahora mismo en alta velocidad y eso nos dará cierta ventaja. Pero es verdad que los franceses ya están tomando posiciones y que los propios americanos estarán como locos por hacerse con los contratos", comenta una fuente de la patronal de grandes constructoras Seopan.
El plan de la Casa Blanca tendrá más detalles en junio y pretende comenzar a entregar fondos a finales de verano. Obama pretende emular al presidente Dwight D. Eisenhower, padre de la red de autopistas interestatales en los años 50, con una revolución en el modo de desplazarse de los ciudadanos, esta vez mucho más ecológica. Pero la crisis obliga y se priorizará la financiación para los proyectos que puedan abordarse de modo inmediato para tirar del empleo lo antes posible.
En Estados Unidos sólo existe una línea de alta velocidad operativa, el llamado Corredor Noreste, entre Washington-Nueva York-Boston, y otra en proyecto, la de California, en la que el grupo de ingeniería Prointec conseguió en octubre pasado dos contratos de redacción de proyecto y estudio medioambiental por un valor de 115 millones de dólares, junto a dos socios estadounidenses.
Una "falta de experiencia y recursos" que la propia documentación del programa de Obama reconoce en su país a consecuencia de la "escasa inversión en ferrocarril de pasajeros en las últimas décadas" se presenta como una gran oportunidad para los actores españoles del sector, que ya hace años cruzaron el charco. Ferrovial y ACS, por ejemplo, cuentan con fuertes intereses en autopistas al otro lado del Atlántico Norte.
También hace años que se embarcó hacia EE UU el fabricante de trenes Talgo, cuyos aparatos ya operan en la ruta Seattle-Vancouver (Canadá). El fabricante español se muestra encantado con las posibilidades que le abre el plan de alta velocidad de Obama, ya que está "muy bien situado en Estados Unidos desde 1995". Talgo representa ahora aproximadamente la mitad de la flota de trenes de alta velocidad española.
El fabricante de trenes reseña, además, que en febrero viajó a España el gobernador de Wisconsin, James Doyle, un demócrata de un pequeño Estado pero considerado muy próximo a Obama al haber sido uno de sus primeros apoyos. "Se llevó muy buena impresión", confía una fuente de Talgo que le acompañó en su visita.
También la empresa pública Adif ve con ojos golosos la posibilidad de meter un pie en el gigante americano con la tercera gran necesidad del tren de alta velocidad: el sistema de señalización.
"Sería estupendo que hubiese una oferta combinada de infraestructura, fabricación y señalización española", señala una fuente de Seopan.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.