Contar historias con dibujos
Paco Roca, Premio nacional de cómic, defiende la inspiración y el oficio - El autor cree que los tebeos sirven para todos los géneros
Inspiración y oficio se entrecruzan con las referencias de la literatura, el cine y, por supuesto, la vida cotidiana, en el camino de Paco Roca (Valencia, 1969), Premio Nacional de Cómic 2008 por su obra Arrugas (Astiberri), a la hora de contar sus historias con dibujos. "Es un parto doloroso que no tiene cara bonita, en el que se sufre con cada duda. Crear un cómic me encanta, pero es algo muy duro, un proceso largo: hacer los bocetos, dibujarlos, colorearlos, que tiene poco de divertido", decía ayer Roca antes de enfrentarse a los participantes en las Jornadas sobre el cómic, organizadas en Bilbao por la Alhóndiga. "Yo lo que quiero, porque tengo cierta dependencia, es contar historias"
Su libro 'Arrugas' ha conseguido vender 20.000 ejemplares
Orgulloso del trabajo con lápiz y papel, deja al ordenador en segundo plano
El libro que le hizo ganar el premio nacional aborda con cierto humor la decadencia de la vejez y el deterioro de la enfermedad de alzhéimer. Ahora llega las librerías Las calles de arena (Astiberri), una obra en la que cambia el realismo de la vida en una residencia de ancianos de Arrugas por la fantasía -"kafkiana", dice el autor- de un mundo laberíntico poblado por personajes que clonan a un viejo amor, viven en un ataúd deseando que llegue la hora de la muerte o roban identidades. Roca defiende que el cómic sirve para contar todos los géneros. "Hay historias que su medio natural es el cómic y que es difícil traspasar a otros medios, pero es un camino artístico que sirve para llegar a cualquier tema". Terror, erotismo o aventuras, son los campos que han abordado los tebeos creados por Roca, la mayor parte de ellos sin el apoyo de un guionista. "El cómic ha sido la primera lectura de casi todos nosotros y resulta ameno. Hasta los manuales de instrucciones para montar muebles utilizan el cómic para que sean más accesible", dice. Y cree Roca que es perfecto para experimentar. "Pocos medios tienen tanta libertad para sorprender al lector con cada obra. El cómic, a diferencia del cine o los libros, continuamente está mutando, abriendo nuevas vías".
Roca ha conseguido vender más de 20.000 ejemplares de Arrugas en España y lanzar la obra con éxito en Italia y Francia. El libro es un superventas al que sigue Las calles de arena, con una primera edición de 5.000 ejemplares, muy por encima de la media en su género. El gancho del cómic, defiende Roca, está en su capacidad de comunicar. "Lo primordial es el contenido, aunque la forma es importante para enganchar al lector". "El secreto de Arrugas, por ejemplo, fueron los primeros planos, la capacidad expresiva".
Roca es un dibujante orgulloso de que sus cómics surjan del trabajo básico con el lápiz y el papel -el ordenador entra en juego más tarde-, y no se enreda en los problemas semánticos. Tebeo, cómic o novela gráfica, le da igual. "Son etiquetas", dice. "Cambian los nombres, porque el cómic evoluciona".
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