El PSE advierte al PNV que no tolerará que lleve a cabo una oposición sucia
Pastor considera "indignos de un partido democrático" sus ataques a Patxi López
Los socialistas vascos comienzan lentamente a tomar la iniciativa. Mientras el futuro lehendakari, Patxi López, da los últimos toques a su Gabinete -pendiente aún de varios síes-, el Grupo del PSE-EE en el Parlamento, comandado por José Antonio Pastor, marcó ayer el terreno que venían pisando los dirigentes del PNV con sus "campañas de intoxicación, de miedo y desinformación", según los socialistas. Y advirtió a los peneuvistas de que no tolerará ese tipo de campañas "indignas" y que el PSE va a elevar su voz en el Parlamento y a poner los puntos sobre las íes siempre que sea necesario. Y sin pasar una.
José Antonio Pastor sabe que el trabajo del Grupo socialista, que él dirige con el fiel apoyo del parlamentario Óscar Rodríguez, va a ser fundamental en la novena legislatura del Parlamento vasco. Sin embargo, las tareas internas de los 25 parlamentarios socialistas están todavía sin repartir, a la espera de que se conozca la composición del Ejecutivo de Patxi López. La explicación está en que varios de ellos entrarán en el Gabinete (se da por seguros a Rodolfo Ares, Idoia Mendia, Isabel Celaá o Gemma Zabaleta) y tendrán que ser sustituidos en la Cámara.
Los socialistas piden al PNV que haga una "autocrítica a fondo"
Responderá a los ataques "con la contundencia que sea necesaria"
Tras haber cedido al PP el protagonismo a la hora de vender el acuerdo de gobierno, ayer Pastor tomó las riendas. Y lo hizo para enviar al PNV un mensaje que supo a respuesta por la incensante marea de críticas al supuesto "frentismo" del próximo Ejecutivo y las "mentiras" lanzadas desde las filas del partido que lidera Íñigo Urkullu. "No vamos a dar por buenas con nuestro silencio las campañas de intoxicación" y "saldremos al paso, con la contundencia que sea necesaria en cada momento, de las interpretaciones interesadas, tergiversaciones y falseamientos que puedan hacer otros de nuestro discurso político", recalcó el máximo líder del PSE en Vizcaya y miembro del núcleo duro en el que se apoya Patxi López. Tampoco van a "pedirle sopitas" al PNV para que les saquen las castañas del fuego, como pronosticó Urkullu recientemente,
Pero Pastor aún espera que el PNV abandone esta primera fase de oposición montaraz en la que se ha hecho fuerte desde que los socialistas desdeñaron la oferta de gobernar juntos y eligieron al PP como acompañante "preferente" para los próximos cuatro años. "Hoy por hoy, el PNV sigue siendo incapaz de hacerse una autocrítica a fondo y de rectificar, y sigue siendo incapaz de reconocer a quienes no son nacionalistas como sus iguales", señaló Pastor. Lo dijo con pesar, porque los socialistas en general y Pastor en particular esperan que el PNV haga una oposición todo lo crítica que quiera con el nuevo Ejecutivo, pero que la haga tras acometer su "propia regeneración democrática" interna y con "verdadero sentido de país", siendo capaz de arrimar el hombro y responsabilizase de los problemas reales. Pastor utilizó en su intervención una idea que puso en circulación días después de las elecciones autonómicas el ex presidente del PNV Josu Jon Imaz: el partido que se radicaliza, pierde el poder. "La radicalidad nunca le ha sentado bien al PNV, mientras que la moderación, el diálogo y el espíritu de entendimiento le consolidan como partido y le hacen ganar apoyos en la sociedad vasca", sostuvo el dirigente socialista. "En sus manos está ahora decidir si quieren seguir optando por el radicalismo, que le ha acabado apartando del Gobierno, o rectificar los errores y llevar a cabo una política sensata". En esa segunda vía, dijo, les espera el PSE con la mano tendida.
Nervios con los plazos
Los socialistas quieren tomar las riendas del Ejecutivo ya. Entre otras cosas, para "revisar con lupa" las "sospechosas" decisiones adoptadas por un Ejecutivo en funciones antes de hacer el traspaso de poderes: ayudas para los familiares de presos, subvenciones cuantiosas en varios departamentos, puesta en marcha del Instituto Etxepare, adelanto de varios concursos públicos de suministros de bienes y servicios, concursos de traslados de altos cargos...
Y el PNV parece querer jugar con los tiempos de ese traspado de poderes. ¿Con qué herramienta? Con la Comisión de Incompatibilidades. El vicepresidente de la Cámara vasca, Iñigo Iturrate, negó que el PNV estuviera ralentizando los pasos previos a la investidura, prevista para el 4 ó 5 de mayo. Recordó que la comisión tiene un máximo de 20 días para elaborar el informe que debe ser debatido en el pleno. Y acusó a Arantza Quiroga de "violentar los plazos" al fijar ese pleno para el próximo jueves, cuando la comisión, que preside el PNV, no podrá conocer hasta el lunes el informe preliminar de la letrada de la Cámara. El PP replicó que, si se quiere, el trámite se hace "en una mañana".
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