El Umia sufre 177 vertidos y aún arrastra secuelas del de Brenntag

El río Umia sufre 177 vertidos localizados entre Caldas y la desembocadura. Tras la catástrofe ambiental que supuso para el cauce el incidente en la empresa Brenntag, en 2006, un estudio concluye ahora que la situación del Umia es de "contaminación moderada". Así lo manifestó ayer Fernando Cobo, profesor de la Universidad de Santiago y director de los tres informes encargados por la Diputación de Pontevedra a la estación hidrobiológica de O Con para conocer en profundidad la situación ecológica de las aguas. Los resultados muestran una "alteración del hábitat del río" y una contaminación orgánica crónica, si bien se aprecian tramos en mejores condiciones, como en el entorno de A Estrada.

Las malas prácticas agrarias o la abundancia de sulfatos y nitritos derivados de vertidos humanos hacen que la contaminación orgánica (hay indicadores de fecales) sea el principal problema del cauce fluvial. El presidente del organismo provincial, Rafael Louzán, está dispuesto a firmar un nuevo convenio con el próximo responsable de política medioambiental para avanzar en la regeneración.

Más de 120.000 personas -300.000 en época estival- reciben agua del Umia por lo que es "fundamental" su recuperación, según Louzán, que recordó la existencia de una bacteria muy tóxica cuyas floraciones se repiten en el embalse cada verano. En todo caso, la recuperación se antoja posible, según los científicos, siempre que se ponga en marcha un plan integral.