Vanguardia comercial

Se atribuye a Chrissie Hynde, la líder de The Pretenders la afirmación: "La buena música es de clase media". Según ella, la música de orígenes populares tiende a dar demasiada importancia al dinero y el resultado es "mierda comercial". Por contra las buenas cunas al no tener necesidades económicas hacen "mierda vanguardista". Para ella el buen pop es aquel que sabe que no todo es dinero, pero que no pierde de vista que sin vender no se come. Mica Levi, la londinense de 21 años que está al frente de Micachu and the Shades, ha conseguido saltarse esa teoría y ha fusionado la vanguardia con lo comercial. Hija de músicos clásicos y carne de conservatorio desde los cuatro años, Mica, que aún no ha perdido la expresión de niña traviesa, tiene esa facultad de convertir lo fuera de lo común en habitual. Recién fichada por el prestigioso sello Rough Trade, su único disco Jewellery, publicado en marzo, está recibiendo elogiosas críticas y se la disputan los festivales de toda Europa. Estará el sábado 18, a las 21.30, en Moby Dick (avenida de Brasil, 5).