"Los bancos cierran los paraguas cuando más llueve; tu comunidad, no"
David Zhou, de 42 años, llamado originalmente Zhou Wei, es desde el mes pasado presidente de la Asociación de Empresarios Chinos en Valencia-España. Propietario de dos restaurantes de cocina asiática, aguarda puntual a la entrada de uno de ellos, el Zen, en cuyo recibidor hay una foto del día en que los Príncipes de Asturias comieron aquí, y otra en la que se ve a su cuñada saludando al Papa. La esposa de Zhou también es católica, pero él, que lleva 19 años en España y proviene de una familia bien relacionada en China, no profesa ninguna religión.
P. La crisis ha frenado la expansión de empresas chinas.
R. La crisis ha afectado bastante a los empresarios chinos. Las importaciones han caído, porque se vende mucho menos que antes. El negocio de las tiendas ha bajado un 20%, un 30%. Y los restaurantes también, porque la gente sale menos. Estamos aguantando, como todo el mundo. Pero todas las crisis tiene otra cara.
"En China, la confianza vale más que el dinero"
"No vale la pena echar a la calle a un buen trabajador"
"La expresión crisis significa peligro y oportunidad"
"La asociación quiere favorecer la entrada de españoles en China"
P. ¿La crisis tiene una vertiente positiva?
R. En China, la expresión crisis significa peligro y oportunidad. Tiene muchos riesgos y también abre oportunidades. Por ejemplo: siempre resulta difícil encontrar locales buenos. O ya están ocupados, o son muy caros. En cambio ahora abundan los buenos locales, y a buen precio.
P. Uno de los problemas que más afecta a las empresas es la dificultad para acceder al crédito. ¿Sucede lo mismo con las empresas chinas?
R. Cada empresario hace lo que puede, pero los chinos son un poco diferentes a los españoles porque les gusta invertir, pero también ahorrar. Y en la comunidad china hay una norma de ayuda. Si una persona no consigue el préstamo de los bancos, entonces la familia y los amigos, que están muy unidos, le ayudan. Si llueve, todos sacan los paraguas para cobijarlo. Así es más fácil aguantar la crisis. Aquí ocurre lo contrario. Los bancos, cuando más llueve, cierran los paraguas.
P. Esa solidaridad es una ventaja.
R. Los empresarios chinos llevan 20 años en España creciendo muy rápido. Y para hacerlo ha sido muy importante la financiación no sólo de los bancos, sino de la comunidad china, de los familiares y de los amigos. De esa forma resulta más fácil reunir el capital necesario para invertir. En China la confianza vale más que el dinero, así que la persona hará el máximo que pueda para devolverlo.
P. ¿Hay muchos chinos en paro en la Comunidad Valenciana?
R. Sí que hay, pero pocos. Los chinos son muy trabajadores, y no tiene sentido echar a la calle a un buen trabajador. Es una equivocación. Es mejor ganar menos durante un tiempo, hasta que la economía vuelva a recuperarse.
P. Sorprende que los establecimientos chinos tiendan a concentrarse en una misma calle o grupos de calles.
R. En parte ocurre porque no hay muchas oportunidades donde elegir. Así que abren un restaurante al lado del tuyo, y luego abren otro al otro lado. Los precios bajan, y baja la calidad. Esa competencia no es sana. Lo mismo pasa con las tiendas de productos de importación.
P. Ha dicho que su asociación será útil a los empresarios españoles. ¿En qué?
R. La asociación quiere favorecer la entrada de los empresarios españoles en China. Muchos de nosotros tenemos nacionalidad española y empresas en China. Es un mercado enorme al que hay que llevar la cerámica, el textil, el aceite de oliva, el jamón, y muchos otros productos valencianos y españoles.
P. La población autóctona y los inmigrantes chinos siguen guardando las distancias.
R. Antes estaban muy separados, en parte porque no hablaban español. Y porque sus horarios eran distintos. Cuando los únicos negocios que habían eran los restaurantes, se levantaban tarde, terminaban de trabajar de madrugada, y no tenían festivos. Cuando más fiestas hay, más se trabaja en hostelería. ¿Así cómo va a haber integración? Ahora ha empezado a cambiar con la apertura de nuevos negocios que cierran los sábados y festivos. Así hay más tiempo para el ocio y la integración.
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