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Miles de personas en el adiós a Jade Goody

Miles de personas -familiares, amigos y admiradores- se reunieron ayer para dar el último adiós a Jade Goody, la participante del programa Gran Hermano, versión británica, cuya lucha contra el cáncer decidió convertir en un espectáculo mediático. El funeral se celebró en Essex, en el sureste de Inglaterra.

Unas 300 personas tomaron parte en la misa oficiada en la iglesia baptista de St. John a la que no asistieron los hijos de Goody, Bobby y Freddy, de cinco y cuatro años, respectivamente, por decisión de ella antes de morir. Los pequeños están de vacaciones en Australia con su padre, Jeff Brazier.

Jade Goody falleció a los 27 años a causa de un cáncer de cuello de útero que se extendió a órganos vitales, proceso que decidió vender a los medios de comunicación para recaudar dinero para el futuro de sus hijos. Cuando los médicos le dijeron que su estado era terminal, la joven decidió casarse con su novio, Jack Tweed y vender la boda a la revista del corazón OK y Living TV, por 1,1 millones de euros, a fin de que estos fondos fueran para sus dos hijos.

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