Viaje, compare y emprenda
Las becas Erasmus de la UE llegan ahora también a los nuevos empresarios
¿Las becas Erasmus llegaron cuando usted ya había acabado la carrera? ¿No pudo hacerse con una cuando era estudiante? No se preocupe. Tiene una segunda oportunidad. Único requisito indispensable: ser un nuevo empresario. Sin topes de edad. Sólo hay que ser joven de espíritu y tener una empresa con menos de tres años o un proyecto empresarial a punto de salir del horno.
Tanto si estudia como si emprende, váyase de Erasmus. Enriquecerá su trabajo. Esto es lo que recomienda la Unión Europea. Por ello, las ya míticas becas para estudiar fuera del país llegan a los emprendedores. Para que quienes acaban de montar un negocio o están ultimándolo puedan visitar unos meses una pyme de otro país que les pueda servir de inspiración. Podrán viajar, comparar su proyecto con otro extranjero y traer ideas enriquecedoras, una red de contactos en el extranjero y una maleta de experiencias.
Los emprendedores Erasmus recibirán entre 560 y 1.100 euros al mes
Leticia Martínez se quedó sin Erasmus cuando estudiaba derecho. Cuestión económica, dice, "éramos tres hermanos". Es una de las españolas que ha decidido aprovechar el segundo tren. Tiene una empresa en Langreo, Feltec Sistemas, que integra servicios de ingeniería electrónica, informática y servicios legales para telecomunicaciones. "Instalamos un servicio wi-fi y también cubrimos los aspectos legales", explica. Y ha solicitado marcharse a Reino Unido, Malta o Estonia, a una empresa similar a la suya. "Como máximo dos meses, porque no puedo dejar la empresa. Pero iré, porque es una oportunidad para conseguir contactos y hacer madurar mi proyecto", reflexiona esta asturiana de 29 años.
Cuando un universitario quiere conseguir una beca Erasmus acude a su centro de estudios. Un emprendedor tiene que llamar a uno de los 20 intermediarios que se han apuntado para el proyecto. Cámaras de Comercio, incubadoras de nuevas empresas o institutos tecnológicos que salpican casi todo el mapa.
"Nosotros ya tenemos una docena de personas interesadas en pedir una beca", explica Ignacio Iglesias, director del servicio de empresas de la Cámara de Comercio de Oviedo, que gestiona la petición de Leticia. Está encantado con el proyecto. "A quien tenga ya un plan de negocio, le servirá para enriquecerlo antes de lanzarse. Puede encontrar nuevas formas de gestión. Y una red de contactos internacional. Quienes ya tienen la empresa en marcha, enriquecerán su cultura empresarial", razona.
La Unión de Cooperativas de Consumidores y Usuarios de España, en Madrid, otro de los intermediarios, también ve muchas cosas positivas en el proyecto. Carlos Trías, su presidente, no olvida, sin embargo, algunos de sus principales escollos. El mayor es que para que un emprendedor salga al extranjero tiene que haber una empresa extranjera que quiera acogerlo, que le abra las puertas y le enseñe sus secretos de gestión. Y todo eso a sabiendas de que está ayudando a un futuro competidor. "Además, debe haber una gran lista de interesados, para hacer un buen cruce de intereses", señala. Emprendedor tecnológico y anfitrión tecnológico. Emprendedor medioambiental, anfitrión medioambiental... no parece fácil. "Entre las cooperativas lo será más, porque suelen tener un espíritu más solidario", presume.
Iglesias también reconoce el reto. "Es cierto que los incentivos son menores para quienes reciben a los erasmus", lamenta. Quienes se marchan al extranjero perciben una ayuda económica mensual de entre 560 y 1.100 euros, según el destino, que saldrán de las arcas europeas. Pero para los que se apuntan de anfitriones, nada de nada. "De todas formas es un programa piloto. Si ven que es necesario, irán variando los detalles. Nosotros barajamos la idea de pedir que exista algún tipo de distintivo", reflexiona. El Centro Europeo de Empresas e Innovación de Murcia es uno de los encargados de encontrar anfitriones. Ya tiene uno asegurado: la empresa Syscomed, especializada en tecnologías inalámbricas innovadoras para controlar plantas desalinizadoras. Juan Celdrán es uno de sus fundadores. Está encantado de poder recibir a un erasmus emprendedor. "En realidad, sí consigues algo a cambio: le enseñaré nuestra tecnología y obtendré una visión diferente, complementaria", explica. Ha pedido que quien se incorpore sea preferiblemente de Alemania o Finlandia, "porque allí tienen muy buena formación" en su área. Ya le ha preparado un plan a medida de trabajo de tres meses. "No nos preocupa formar competencia. Su empresa no estará en España. Y en un futuro quizá podamos colaborar", aventura.
"Nosotros lo hemos difundido entre las empresas de nuestra incubadora", explica Álvaro Simón de Blas, director General de BIC Euronova, en Málaga. Trabajan junto a la Junta de Andalucía en el proyecto. De momento siguen gestionando las peticiones. "Aún es pronto", recuerda. Si reciben muchas solicitudes, la criba será según lo establecido por la Comisión Europea. Todo depende del currículo del emprendedor, la solidez del plan de negocio, su experiencia y las nociones de idiomas.
No hay requisitos en cuanto al sector. Según Iglesias, las empresas de servicios aceptarán mejor el proyecto, también las de base tecnológica. "Hay mucha gente que sale de la universidad o de la formación profesional con muchas ganas y buenas ideas. Los planes de viabilidad para nuevas empresas son fáciles sobre el papel. El problema es cuando hay que hablar con un banco o con un proveedor", explica Trías.
Nuevo perfil de becario
Cerca de 23.000 universitarios españoles consiguen una beca Erasmus cada año. En total, unos 237.000 han disfrutado de estas ayudas entre 1987 y 2008. La mayoría rondaban los 20 años. Todos cursaban estudios superiores. Para muchos de ellos se ha convertido en un dato que, en su currículo, ha inclinado la balanza a su favor a la hora de encontrar sus primeros trabajos por cuenta ajena. "El hecho de haber salido fuera les aporta una mentalidad más abierta, más europea", aventura Alfonso Jiménez, director de la empresa de recursos humanos People Matters. Más allá de la mentalidad, lo que en general certifica haber disfrutado de una de estas estancias es que son personas a las que no les asusta vivir en un país extranjero, que suelen dominar un idioma foráneo y, en general, son sociables. Eso, dice Jiménez, es interesante para las empresas. Y por eso ha creado una red de reclutamiento que pone en contacto estudiantes becados y empresas.
La Comisión Europea quiere ahora que ese perfil Erasmus no llegue sólo a los universitarios. Por eso ha incluido también a los emprendedores. De momento sólo 900 de los próximos becados serán empresarios en lugar de estudiantes, pero si sale bien, el proyecto crecerá. También crecerán así los perfiles del universo Erasmus, ya que entre los empresarios abundan personas con formación profesional, que conoce el sector servicios y que se acerca a los cuarenta. -
Espíritu joven
- No hay límite de edad para poder solicitar una beca Erasmus para emprendedores. La Comisión Europea busca "jóvenes de corazón".
- El requisito es tener una empresa de menos de tres años o un proyecto empresarial viable y sólido.
- El objetivo es que el emprendedor acuda a una 'pyme' en el extranjero parecida a la suya entre uno
y seis meses, compare y se traiga de vuelta ideas.
- Para solicitar las becas hay que acudir a una de las instituciones intermediarias que aparecen en la web www.erasmus-entrepreneurs.eu.
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