Alonso achaca falta de liderazgo y decadencia a la Diputación alavesa

El PP ha asumido que el relevo del PNV al frente de la Diputación de Álava no forma parte del acuerdo con los socialistas para la investidura de Patxi López, pero su presidente provincial, Alfonso Alonso, dejó echado ayer un suelo sobre el que puede sembrar en cualquier momento una moción de censura contra el equipo en minoría del peneuvista Xabier Agirre. El momento no ha llegado, pero todo puede andarse. "De momento, estamos en situación de advertir sobre el grave deterioro de una Diputación cuyo Gobierno está en una situación terminal", recalcó el responsable del PP alavés. "Haremos las cosas cuando correspondan y toquen", añadió.

Alonso destacó la falta de liderazgo que sufre la institución foral. Agirre gobierna la Diputación con un tripartito nacionalista que suma sólo el respaldo de 17 de los 51 junteros -14 del PNV, dos de EA y uno de Aralar- y gracias al apoyo externo de los socialistas. El PSE logra a cambio el sostén nacionalista al alcalde de Vitoria, el socialista Patxi Lazcoz.

El PP recalca su convencimiento de que el cambio "llegará a Álava"

El discurso que lanzó ayer Alonso sobre la situación de la provincia supuso toda una preparación del terreno: Álava sufre bajo el Gobierno minoritario de Agirre, al que tachó de ser "incapaz de atraer inversiones", un notable "deterioro económico", mientras el gasto corriente ha aumentado en sus dos años escasos de mandato en un 17%, afirmó.

El Ejecutivo foral vive una progresiva "decadencia" y se halla instalado en la parálisis institucional, plegado además a las "imposiciones" del tripartito de Juan José Ibarretxe, reprochó. Alonso resaltó que Álava es el territorio vasco donde más golpean la crisis y el desempleo, con un crecimiento en el último mes del 48% y un 10% de parados, mientras el Gobierno foral está "desaparecido", actuando al margen de la mayoría social reflejada en las elecciones de 2007, o "derrochando" los recursos públicos.

Con ese juicio sumario a la gestión de Agirre por delante, el dirigente popular se mostró convencido de que el cambio "llegará a Álava", precisamente porque es en esa provincia donde primero se evidencio la mayoría que llevará a Patxi López a Ajuria Enea. Y el territorio de donde sale también la mayoría de los parlamentarios electos el 1-M que harán posible el relevo del nacionalismo del Gobierno.

El alegato de Alonso transmite la voluntad firme de su partido de recuperar el Gobierno provincial, que ejerció entre 1999 y 2007, con Ramón Rabanera al frente y el sostén del PSE-EE, y que perdió en 2007 pese a que su candidato, Javier de Andrés, fue el más votado, 165 votos por delante del socialista Txarli Prieto.