Larrañaga se muestra cauteloso ante su traslado a España

Tras más de doce años preso en Filipinas, el ciudadano hispano-filipino Francisco Larrañaga se muestra cauteloso ante su próximo traslado a una cárcel española. "No me quiero hacer ilusiones, ya que pueden ocurrir cosas", declaró ayer en una entrevista con Efe en la prisión de Bilibid, ubicada en la localidad de Montilupa, al sur de Manila.

De origen guipuzcoano, Larrañaga, de 31 años, fue condenado a muerte en 2004 acusado del secuestro y asesinato de dos hermanas en la isla filipina de Cebú el 16 de julio de 1997, aunque él siempre se ha declarado inocente alegando que ese día se encontraba en Manila, a unos 600 kilómetros de distancia. En 2006, Filipinas abolió la pena capital, por lo que al joven se le conmutó ésta por la de cadena perpetua. Un año después, Filipinas y España firmaron un acuerdo recíproco para el cumplimiento de penas en el país de origen. Después de un largo periodo de desarrollo de ese pacto, el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, anunció el lunes en Manila que "ya está todo concluido". "Su llegada a España es inmediata y sólo depende ya de que él mismo o su familia decida cómo y cuándo. Nosotros lo recibiremos y acogeremos", dijo.

Su abogado tratará de "homologar" la pena de cárcel con la ley española

El joven teme ahora que la familia de las dos víctimas intente paralizar o posponer su traslado. Pero lo cierto es que sus padres y abogados ya han puesto en marcha la maquinaria para hacerlo realidad. La letrada que lo representa en Filipinas, Sandra Coronel, pidió ayer formalmente dicho traslado. Sin embargo, para regresar a España, sus allegados tendrán que pagar antes a la familia de las chicas la indemnización de 700.000 pesos (unos 10.700 euros) que fijó la sentencia.

"No quiero que mis padres paguen la indemnización por un delito que no he cometido", manifestó el joven a Efe. Sus padres aún no disponen del dinero, pero lo abonarán. "No hay que dejar ningún resquicio a la otra familia, que es más poderosa que nosotros. Prefiero pagarlo todo. Ya veremos cómo", comentó la madre del recluso, Margot González, tras la reunión que mantuvieron su marido y ella con Moratinos en la capital filipina.

Mientras, el abogado de Larrañaga en España, Javier Viada, espera que el joven pueda llegar aquí "antes del verano". El chico ya ha expresado su preferencia por ingresar en una cárcel de San Sebastián o Barcelona, ciudades ambas en las que tiene familia. La decisión última la tomará "el juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional", pero el letrado confía en que le deje "elegir".

El acuerdo entre España y Filipinas no permite revisar el caso de Larrañaga, pero establece que cumplirá la pena conforme a las leyes del Estado de cumplimiento. En este sentido, Viada peleará para "homologar" la pena, que podría rondar los 20 años de cárcel. Teniendo en cuenta que el joven lleva más de doce en prisión, el letrado solicitará los correspondientes beneficios penitenciarios.

"Estamos muy contentos. Es un avance que cumpla la pena en una cárcel española, porque sus condiciones no tienen nada que ver con las de las prisiones Filipinas, pero seguimos defendiendo que es inocente", comentó su prima Gemma Larrañaga.