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"No pienso ir por mi propio pie a la cárcel Modelo"

Un joven de Esplugues prefiere ir 10 días a prisión antes que pagar 60 euros por protestar contra el Caufec

Àngels Piñol

Sentado en el barco pirata del jardín de Cal Suis, que un día alguien trasladó desde el Forat de la Vergonya, en Ciutat Vella, a Esplugues del Llobregat, J. N., de 28 años, cuenta que la alcaldesa, la socialista Pilar Díaz, no le habla. Le retiró la palabra desde que los vecinos ocuparon esta espléndida masía próxima a la montaña de Sant Pere Màrtir, en la falda de Collserola. Miembro de la plataforma contraria al plan Caufec, J. N. acudió hace seis días al Ayuntamiento para protestar por esa operación urbanística que permitirá soterrar las torres eléctricas y construir bloques de pisos, un centro comercial y dos rascacielos. La presencia de J. N. en el consistorio casi es un desafío para el poder porque la juez puede firmar la orden de busca y captura para que ingrese en la cárcel en cualquier momento.

"He llamado al juzgado para saber si han firmado la captura", dice

El 26 de febrero, la magistrada de Esplugues dictó un auto de prisión según el cual, J. N. debía entregarse en la Modelo en un plazo de 10 días para cumplir su condena por una falta de desobediencia. "Pues no pienso ir por mi propio pie", avisa J. N. La sentencia, de abril de 2008, le había condenado junto con dos jóvenes a 20 días de pena con multa por colgarse durante tres días de las tres torres de Esplugues y haber hecho caso omiso de la orden de los Mossos de retirarse. La multa se podía saldar con 60 euros (tres por día) o siguiendo la pauta habitual: reducir los 20 días de condena a 10 días de trabajos comunitarios o de 10 de arresto domiciliario...o, en este caso, 10 días de cárcel. La justicia embargó la suma a dos activistas, pero J. N. no tiene cuenta corriente, no quiere hacer tareas comunitarias -"son trabajos forzados"- y se niega a pagar aunque le regalen el dinero.

En mayo de 2007, los tres ecologistas se colgaron desde el piso 13 y a 80 metros para denunciar el inminente inicio de las obras del plan Caufec o Porta-Barcelona. Dos años después, el área está urbanizada y apenas hay rastro de naturaleza. De los nueve municipios que bordean Collserola, Esplugues es el que tiene menos área en el futuro parque natural.

"Se han cargado el cinturón ecológico de Collserola. Esto no era la selva pero había árboles, erizos, jabalíes... Era un lugar donde la gente disfrutaba paseando o yendo en bici", dice J. N., decidido a protestar contra el Caufec como contra las penas-multa, un arma que utilizan los Mossos, dice, para "acallar a los grupos alternativos".

Y ahora, a esperar si la juez firma la busca y captura. Y no se esconde porque el domingo participó en la manifestación ecologista en Barcelona y ayer en una acción en Sant Joan Despí. "Yo mismo llamé al juzgado para preguntar si han firmado la orden de búsqueda y captura. La funcionaria flipa: no entiende que prefiera la cárcel a pagar", explica el activista, que añade que la plataforma prepara movilizaciones cuando sea arrestado. De entrada, habrá una concentración ante la Modelo. Vestido con una camiseta con el lema No al plan Caufec-Porta Barcelona; un plan especulativo, J. N. no le encuentra ninguna bondad a la operación: "Desaparecerán 30 torres eléctricas, pero harán pisos de lujo. Todo es una excusa para ganar dinero".

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Licenciado universitario y sin ganas de hablar de su vida, J. N. pasó tres días a 80 metros de altura comiendo frutos secos, manzanas y pan sin tener la menor idea de escalada. Dice que aguantó porque no tiene miedo ni vértigo. Quizá es lo que se necesita para pasar 10 días entre rejas. "Se podrá pensar que provocamos pero es nuestra estrategia para visualizar los conflictos", reflexiona.

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