La ley de la calle
Que incluso una ciudad con tan escasa proyección exterior en esto del hip hop como Valencia (al menos en comparación con urbes hispanas más reducidas, como Zaragoza o Sevilla) reciba a Tote King con todos los honores, con un Greenspace lleno a reventar, es un hecho que denota a las claras que el género se ha ganado a pulso en todos los rincones del país una tremenda aceptación popular como el más espontáneo pálpito para traducir musicalmente lo que se cuece en nuestra calles. El rapero sevillano lo demostró no sólo con sus infecciosas canciones, también con una improvisada diatriba final que conjugó la crítica a los especuladores del suelo que nos han llevado a la ruina ("...se lo tienen merecido, por comerciar tan rápido...") y a los talleres de hip hop ("falsos: ¿cómo se explica una rima? ¿Cómo se explica un beatbox?"). Tal es su vocación notarial por la actualidad, una tendencia a la que nuestro pop independiente, por pudor o desinterés, renunció hace mucho tiempo. Los oportunos colchones rítmicos aportados por DJ Randy y la inestimable colaboración vocal y escénica de Senepe, de Zeropositivo, echaron el resto para que la tensión rítmica de la noche se mantuviera bien enhiesta. No era difícil, por otra parte, teniendo en cuenta la innegable pegada de temas tan bien recibidos por la audiencia como Poesía urbana, Ni de ellos ni de ellas o la hipnotizante El tendedero, en la que (colaboración de Chico Ocaña, de los flamencos Mártires del Compás, mediante) hace gala de la denominación de origen sureña de su propuesta. Un concierto, en síntesis, tan infeccioso como concluyente.
TOTE KING
Tote King: voces; Senepe: voces; DJ Randy: programaciones. Heineken Greenspace. Valencia, sábado 21 de marzo de 2009.
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