Una red distribuía desde Lugo ropa falsificada a toda Europa

La Guardia Civil de Lugo desmanteló una red que desde España distribuía ropas de primeras marcas falsificadas con un alto grado de sofistificación por toda Europa. En total fueron incautadas unas 5.000 prendas, en tiendas outlets de toda España y un almacén de Toledo, con un valor aproximado en el mercado de 390.000 euros, aunque se sospecha que el volumen de negocio era "muy superior", según apuntó el jefe de la Unidad Especial de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA), de la comandancia lucense, José Luis Raposo.

La operación continúa abierta y, de momento, fueron imputados los dos responsables de un negocio de Lugo y el dueño de un almacén de Toledo, desde el que supuestamente se distribuían las prendas falsificadas a tiendas oficiales que las adquirían sin conocer su procedencia ilegal. Las falsificaciones eran tan perfectas que los peritos españoles no se ponían de acuerdo a la hora de verificar su autenticidad, por lo que fue necesario enviar muestras a Estados Unidos para que pudieran acreditare "no sólo la falsedad de las etiquetas sino la confección textil", explicó Raposo.

La llamada Operación Bámbola se inició meses atrás a raíz de haber tenido noticia la Guardia Civil de que en un establecimiento de la ciudad de Lugo se estaban vendiendo al público prendas de ropa de marcas de reconocido prestigio supuestamente falsificadas. Las primeras intervenciones ya se produjeron en mayo del año pasado, lo que dio lugar a la imputación de H. C. V., de 24 años, gerente de la empresa lucense, y A. S. L., de 28 años, socio de la misma. Fue a partir de entonces cuando se comprobó que este establecimiento había adquirido las prendas a través de un proveedor de Toledo, hasta donde se desplazaron agentes de la comandancia lucense y, tras registrar una empresa, se detuvo a J. D. C. R., de 30 años, natural y vecino de esta capital. En total se intervinieron casi 5.000 prendas, sobre todo de las marcas Ralph Lauren y La Martina, entre las que figuraban camisas, polos, camisetas, pantalones, billeteras y bolsos. "Las prendas traían todos los marchamos de calidad y es posible que, en algunos casos, llegaran como consecuencia de un producción paralela de los mismos fabricantes en India o Turquía", subrayó.