La deuda aviva los agravios

El acuerdo alcanzado el lunes por los Gobiernos central y andaluz sobre la cuantificación de la deuda histórica (1.204 millones de euros) provocó ayer una retahíla de reacciones a favor y en contra. Desde las comunidades gobernadas por el PP, como Murcia y Madrid, se acusó al Ejecutivo del socialista José Luis Rodríguez Zapatero de "discriminar" a las regiones presididas por los populares.

El vicepresidente madrileño, Ignacio González, aseguró que su comunidad "desgraciadamente, no espera la misma generosidad" por parte del Gobierno de Zapatero, al que acusó de "mantener una actitud sectaria". González hizo gala de su desconocimiento sobre la deuda histórica. "Reconoce a Andalucía algo que yo, que llevo ya muchos años en esto, he oído tantas veces y que tantas se ha pagado, porque el PP en el Gobierno ya pagó esa deuda". [Por el momento, Andalucía ha percibido como anticipo a cuenta 420 millones de euros. 120 los acordó el último gabinete de Felipe González y los pagó el primero de Aznar. En 2007, Zapatero adelantó 300 millones]. La posición que mantiene su partido en Andalucía es que la cantidad acordada no es nada generosa, sino "absolutamente ridícula", como reiteró ayer Javier Arenas.

Artur Mas: "El PSOE cumple con Andalucía y con Cataluña incumple"

El Gobierno de Aguirre dice que el PP "ya pagó esa deuda"

El presidente andaluz, Manuel Chaves, calificó de "cínica" la actitud del PP por cuanto una de las cifras que defendió este partido era la de 1.148 millones, el mínimo aprobado por el Parlamento. Chaves se felicitó por el fin del "contencioso histórico más largo que ha tenido la Junta de Andalucía con el Estado".

La consejera murciana de Economía y Hacienda, Inmaculada García, criticó la "urgencia" con la que el Gobierno socialista de Zapatero se ha comprometido a pagar la deuda histórica, un asunto que llevaba sin resolver 27 años. También se quejó de que se tuviera en cuenta la deuda con Andalucía y "no otras, como la contraída con la Región de Murcia".

Del acuerdo se valió el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, para recordar que el País Vasco tiene pendiente "la resolución de determinadas cuestiones de restitución de aquella situación anterior a la Guerra Civil".

El pacto sobre la cuantificación, que se logró a punto de expirar la prórroga de seis meses que ambos ejecutivos se concedieron tras incumplir el plazo previsto en el Estatuto de Autonomía, fue valorado como una "buena noticia" por parte del Gobierno tripartito de Cataluña. "Supone el cumplimiento de su Estatuto", aseguró la consejera catalana de Trabajo, Mar Serna. Pero para la oposición que lidera Artur Mas es una demostración de que el Gobierno catalán no hace bien sus deberes. El Estatuto de Cataluña fijaba el 9 de agosto pasado como fecha límite para llegar a un acuerdo sobre la financiación catalana, ampliamente sobrepasada. "Da la sensación de que con Andalucía siempre acaban cumpliendo y con Cataluña el PSOE casi siempre incumple. Desde Andalucía el presidente Chaves se espabila mejor y en Cataluña el presidente Montilla no se espabila bien. El partido socialista en Cataluña es de segunda división y en Andalucía, de primera", dijo el líder de CiU a TV3.

Los gobiernos de Asturias y de Baleares, del PSOE, aseguraron que el acuerdo soluciona "un problema que viene de antiguo", mientras que desde Extremadura -la única comunidad, junto con Andalucía, cuyo Estatuto recoge que debe recibir cantidades excepcionales de financiación- se afirmó que el nuevo Estatuto fijará el modo de la cuantificación de la deuda.

Para los sindicatos UGT y CC OO lo "importante" más que la cantidad es que el asunto se haya resuelto. PSOE y PP, recordó el líder de CC OO, Francisco Carbonero, han gobernado España y "ninguno de los dos les ha dado una respuesta. Hay que cerrar para siempre, como la mayor dignidad posible, este capítulo".