La BBK se fija como prioridad para este año dar créditos a familias y 'pymes'

La BBK considera prioritaria para el presente ejercicio la concesión de préstamos a las empresas y familias en crisis. Su presidente, Xabier de Irala, definió ayer como un "imperativo moral" de la caja vizcaína facilitar estos créditos, para lo que a principios de año ya abrió una línea de apoyo a las pymes con 500 millones - "de los que se han utilizado 470 millones", remarcó Irala- y otra de créditos blandos para familias y personas desempleadas por importe de otros 200 millones .

"La caja tiene la obligación de poner todos sus recursos como entidad financiera al servicio de la sociedad, aportando la mejor respuesta que se pueda dar a la crisis", aseveró Irala, en la asamblea ordinaria de la entidad ayer en Sondika. Según los datos ofrecidos, el pasado año se incrementaron en un 16,6% los préstamos concedidos a los comercios y las pequeñas empresas. En cuanto a la financiación de las empresas, aumentó un 10,9% la inversión crediticia de la red de empresas e institucional de la entidad.

Irala cree que el alza de la morosidad abrirá un debate sobre las cajas

Irala definió gráficamente el estado de la crisis económica: "Estamos en una fase de metástasis caracterizada por un desplome radical de la demanda, que afecta al consumo y a la inversión, que tiene un carácter global y que requiere soluciones globales y coordinadas". Pero se apresuró a apuntar que en estos momentos la primera causa "no es la restricción del crédito", sino la pérdida de confianza de los consumidores.

Pese al negro panorama, la BBK se vanaglorió de sus resultados, con unos beneficios de 339 millones, un 10% de aumento, que supone el mayor porcentual de todas las cajas españolas. Irala destacó estos datos cuando "los beneficios del sector financiero han sufrido un fuerte recorte", por lo que el crecimiento de beneficios del pasado año de la entidad "supone casi una excepción". El volumen de negocio de la BBK creció un 5,2% y superó los 46.000 millones de euros.

Estos resultados han posibilitado otro empujón a la obra social: los 86,7 millones invertidos el pasado año se elevarán a casi 102 millones. El Plan Director en vigor proponía alcanzar esta cifra en 2010.

Irala destacó la baja morosidad de la BBK, que está en el 2,19% cuando a finales de febrero la media de las cajas españolas se situaba en el 4,6%. A esta situación dedicó una reflexión: "Las cajas van a necesitar más recursos propios para asumir un riesgo. ¿Qué va a pasar cuando una caja no tenga recursos propios para cubrir las pérdidas? ¿Habrá fusiones? ¿Tendrán que vender activos y reducir deuda? Creo que el debate sobre el modelo de las cajas está abierto", pronosticó.

El presidente de la entidad financiera vizcaína remarcó que ésta se encuentra en una "buena posición de partida", con una solvencia del 21,5%, con lo que es "la más solvente del sistema financiero español, que presenta un 11,3% de media".

Para este ejercicio, Irala se ha marcado un crecimiento de los beneficios del 7,5% "en un contexto en el que estimamos que el sector reducirá resultados" y que el volumen de negocio se incremente dos puntos por encima del mercado.

En cuanto a la cartera industrial, el pasado año alcanzó un valor contable de 3.915 millones, notando el impacto de la caída de la Bolsa, ya que en 2007 el valor de las participaciones alcanzaron los 5.598 millones. Un 74,5% se concentra en el sector energético, seguido de las infraestructuras (13,6%) y el sector financiero (un 6%).