El ex delegado del Gobierno en Lugo se defiende ante la juez
"Dejo el cargo con menos dinero", dice tras declarar por la trama de las multas
"Salgo de la subdelegación con la misma cuenta, pero con menos dinero". Así se expresó el que fue el máximo representante del Gobierno central en Lugo hasta la pasada semana, Jesús Otero, tras haber declarado como imputado ante la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de la ciudad por la trama que supuestamente se dedicaba a sobreseer de forma irregular expedientes de sanciones en la Jefatura Provincial de Tráfico, bien como trato de favor o a cambio de dinero.
Otero declaró ante la juez y el fiscal jefe de la Audiencia Provincial durante unas dos horas. Aunque no trascendió ninguna versión oficial acerca de sus manifestaciones, el que fuera subdelegado del Gobierno en Lugo desde 2004, se desmarcó de cualquier vinculación con la percepción de cantidades u otras prebendas por retirar multas. Otero abandonó el cargo tras conocer que tendría que pasar por el juzgado después de que lo haya implicado en la trama el que fuera máximo responsable de Tráfico en Lugo, Julio González, también imputado, que dimitió unos días antes que el ex subdelegado.
"Las acusaciones que se me hacen no son excesivamente graves", afirma Otero
Hasta el momento son 16 las personas imputadas -dos de ellas funcionarios de la jefatura de Tráfico- en una trama que la policía y la propia juez descubrieron a través del seguimiento telefónico que se realizaba a dos personas por tráfico de drogas. La presencia de Otero en los juzgados de Lugo se convirtió en una improvisada manifestación de apoyo hacia su persona. La concentración de gente en los pasillos del juzgado fue tal que la procuradora que lo asistía tuvo que salir en dos ocasiones, siguiendo indicaciones de la juez, para instar a la gente a que abandonaran la sede judicial.
La práctica totalidad de los delegados en funciones de la Xunta, concejales del Ayuntamiento de Lugo, distintos cargos orgánicos de UGT y del PSOE local y representantes de algunos sindicatos policiales figuraban entre las 50 personas que aguardaban la llegada de Jesús Otero. Luego se ampliaron a unos 200 cuando llegaron a la explanada del edificio de los juzgados de Lugo decenas de profesores de varios centros educativos y ex alumnos de quien era director de instituto antes de hacerse cargo de la subdelegación.
Una vez fuera, Otero no quiso profundizar en cuestiones judiciales pero aprovechó para dar las "gracias" por las muestras de apoyo que ha recibido: "Estas muestras de cariño son las que me permiten aparecer con esta entereza". Se consideró víctima de "un juicio mediático", que, apostilló, "nada tiene que ver, en absoluto, con lo que acabo de ver y comprobar en el expediente judicial". Y abriendo la chaqueta remarcó que llegó a la Subdelegación del Gobierno "con la misma hipoteca" que tiene ahora y que abandona el cargo "con el mismo número de cuenta, pero con menos dinero".
Otero se confesó "profundamente" dolido por haber sido implicado en una trama de tipo económico. "Eso es algo que no se le ocurre ni al último de los ciudadanos de Lugo que tanto apoyo me prestaron", añadió, para luego agradecer a la juez que lo hubiera llamado a declarar como imputado. "Así puedo defenderme de unas acusaciones que, en lo que se me acaba de leer, no las considero excesivamente graves", subrayó, convencido de que la justicia "acabará poniendo a cada uno en su sitio".
El delegado de Presidencia de la Xunta, Luis Edrosa, asegura que Otero está en este proceso "sin comerlo ni beberlo". Lo consideró una víctima política y dejó caer sombras sobre el caso: "Ésa
era una de las cosas que se pretendía. Seguramente también se pretendía tapar otras cuestiones que no están saliendo a la luz pública".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.