De la corrupción, hasta los andares

El PP aprovechó ayer el más mínimo resquicio para teñir el pleno del Parlamento andaluz de acusaciones de corrupción contra los gobernantes socialistas, vinieran o no a cuento. Incluso en el debate de una iniciativa de defensa del cerdo ibérico. El dicho de que de este animal gustan hasta los andares lo aplicó el PP a la política. Los populares plantearon una batería de preguntas en la sesión de control al consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Espadas, por casos de corrupción municipales claros como el de Alcaucín (Málaga); episodios enmarañados como el de Baena (Córdoba); o "presuntos" casos, según el PP, como el de Huércal-Overa (Almería). En todos ellos están implicados alcaldes socialistas en actuaciones urbanísticas.

El mensaje del PP fue siempre el mismo: el Gobierno de Manuel Chaves "fomenta" y "permite el trapicheo" y mira hacia otro lado cuando ve comportamientos irregulares. Lo dijeron los diputados del PP Esperanza Oña, Salvador Fuentes y Arantxa Martín en sus intervenciones, con todo el grupo popular ocupando sus escaños desde las 10 de la mañana, empezando por su presidente, Javier Arenas, quien ayer se mostró desdibujado en su cuerpo a cuerpo dialéctico con el presidente andaluz, Manuel Chaves, después de nuevas revelaciones sobre el caso Gürtel, la trama de corrupción que salpica al PP.

Oña insistió en los mismos argumentos que el día anterior en una comparecencia de Espadas sobre el control urbanístico en Andalucía. En su opinión, el Gobierno autonómico incumple con sus obligaciones de inspección, a lo que Espadas replicó con un recuento de actuaciones desde 2005. En Alcaucín, ha habido 20 denuncias por construcción de viviendas en suelo no urbanizable, han impugnado 29 licencias municipales, de las que 18 han recibido sentencias favorables del TSJA, y remitido seis informes a la fiscalía. El consejero en sus réplicas aseguró que no tiene control sobre las actuaciones de los alcaldes. "Hay tolerancia cero con la corrupción para todos y para cualquiera", dijo.

En el debate de una iniciativa del cerdo ibérico, el PP acusó al alcalde de Cumbres de San Bartolomé de regalar 2.000 euros en jamones a dirigentes socialistas. Ese dinero fue el que se gastó en morcones y paletillas el ayuntamiento en agasajar a representes diplomáticos en una celebración del 2 de mayo de 1808. Mario Jiménez, diputado del PSOE, no lo dejó escapar y coló el caso Gürtel en el diario de sesiones: "Vamos a ver si no terminan apareciendo Jaguar en el aparcamiento del Parlamento y los relojes de arenas, que también se regalan".