A la mujer trabajadora
Un año más se ha conmemorado el Día de la Mujer Trabajadora, una jornada de lucha y fiesta, de recuerdo del pasado con los pies en la tierra viviendo el presente y con la vista puesta en el futuro.
Un día en el que todos los que somos y nos sentimos obreros, sea cual sea nuestro papel en el engranaje económico y social, reconocemos el papel de la mujer en el mundo del trabajo, con las peores condiciones en salario, trato y precariedad, amén del trabajo de la casa cumpliendo el "papel" que el sistema les impuso como esposa y madre, y que nosotros los hombres, en la mayoría de los casos, hemos perpetuado, siendo cómplices con el sistema. Hay que reconocer las luchas y logros políticos y sociales que las mujeres han conquistado.
El presente, porque la situación de la mujer en el trabajo supera en mucho la tasa de temporalidad a la de los hombres, porque el salario de ellas representa un 73% del de los hombres, siendo en la Región de Murcia las segundas peor pagadas de España.
Con la vista puesta en el futuro para combatir entre todos/as la discriminación laboral de la mujer y especialmente en la mujer emigrante. Para exigir políticas y acciones en las que estemos todos implicados, e ir creciendo en la igualdad real de hombres y mujeres, así como medidas para la integración de mujeres maltratadas.
Os deseo que este pasado 8 de marzo sea otro punto de arranque en vuestra lucha, que esta crisis económica, creada por otros pero que la pagamos los de siempre, desarrolle vuestra actitud de luchar por unas mejores condiciones económicas, sociales y culturales de la mano del conjunto del movimiento obrero, ese que trata de seguir siendo visible en medio de este mundo globalizado.
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