"Que Anfield influya para bien"
Raúl ve a su equipo capaz de superar todas las dificultades
Cuando escuchó que Rafa Benítez ha invitado a su público a calentar el ambiente para recibir al Madrid, Raúl sonrió y dio la vuelta a la tortilla. "Esperemos que Anfield nos influya", dijo, "pero para bien. Yo ya he tenido la suerte de estar en este campo como aficionado y el ambiente es espectacular. Deseo que esto nos ayude a hacerlo todo mejor. Creo en mi equipo. Sé que vamos a estar a la altura".
Raúl dio su conferencia en una vetusta sala bajo el palco de Anfield, rodeado de trofeos y recuerdos caducos, acomodados según los caprichos de una estructura readaptada en obras sucesivas desde su inauguración, en 1884. Abundaban las moquetas polvorientas, el olor a café rancio, los retratos de la generación que brilló en la década de los setenta y las placas conmemorativas.
El capitán madridista encajaba perfectamente en ese ambiente. Se había mimetizado. Hay jugadores capaces de adaptar su cuerpo y su mente al medio y el calendario. Raúl es uno de ellos. Ha señalado el 10 de marzo en rojo. Ayer encabezó la expedición con la actitud que le caracteriza. Circunspecto, como ausente; lanzando miradas punzantes, como intentando atravesar los cuerpos opacos. Le siguieron los jugadores y un grupo de unos 200 hinchas, entre los que se encontraban su esposa, dos de sus hijos y sus padres. Todos saben que, dada la responsabilidad que ha asumido en el club en los últimos meses, le viene bien un poco de apoyo.
Juande Ramos, el técnico del Madrid, predijo un partido "igualado". Raúl advirtió que cuenta con marcarle un gol al Liverpool para intentar llegar, al menos, a los penaltis: "Estamos preparados para jugar 90 o 120 minutos. Venimos a superar las adversidades que hagan falta. Incluso si el Liverpool nos mete un gol. Debemos tener paciencia. Tenemos muchas opciones para ponerles en dificultades".
El Liverpool nunca perdió una tanda de penaltis en una competición europea. Así ganó la semifinal de 2007, contra el Chelsea, y así se impuso en las finales de 2005 y 1984, frente al Milan y el Roma respectivamente.
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