Mujer trabajadora
Lo que se necesitan ya no son palabras, son hechos, un mayor control de las sentencias, una ayuda para que puedan subsistir por ellas mismas económicamente la que lo necesite, y sobre todo encerrar a estos energúmenos el mayor tiempo posible, utilizar las leyes para defender a todas las mujeres sin que ello tenga que ser un favor que les hacemos, es un derecho que tienen como personas al igual que todos.
En un día que no debería existir, seguiremos recordando que mueren de manos de inconscientes que se creen en el siglo XXI que las mujeres les pertenecen. Y la felicidad tiene que pasar por el compartir, señores, y todo: planchar, fregar, trabajar, formar parte de la educación de los hijos, todo.
Deseo agradecer a todas las mujeres el hecho de estar en el mundo, empezando por la que me dio la vida y que, junto con mi padre, me enseñó a caminar por ella. Sin vosotras no seríamos absolutamente nada.
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