El PNV interioriza que se diluyen sus posibilidades de conservar el Gobierno

El PNV va interiorizando que puede pasar inexorablemente a la oposición, aunque su presidente, Iñigo Urkullu, siguió insistiendo en la solvencia de la oferta transmitida al PSE-EE el miércoles y consideró "cínica y casi un insulto" la actitud mantenida por los representantes de este partido en la reunión. "¿Dónde queda la transversalidad que ha reivindicado tantos años cuando [Patxi López] se va a acoger a los votos del PP sólo para ser lehendakari?", se interrogó en una entrevista en la cadena SER.

A falta sólo del encuentro con el PP, fijado para el lunes a mediodía, el PNV no logra ampliar suficientemente, como se podía prever, el respaldo para la investidura de su candidato, Juan José Ibarretxe. Ayer hizo llegar la propuesta entregada al PSE-EE a los partidos menores de la Cámara, Aralar (4 escaños), EA (1), EB (1) y UPyD (1). Cabe esperar que Aralar y EA le presten sus votos, de modo testimonial, para que se registre una distancia menor entre nacionalistas y no nacionalistas. EB apunta más a no decantarse por ninguno de los dos aspirantes.

Urkullu reprocha a López que se olvide de la tranversalidad para ser 'lehendakari'

Aralar, EA, Ezker Batua y Rosa Díez pasan por la sede peneuvista

La mayoría absoluta en el Parlamento vasco está en 38 votos y el PSE sí puede sumarlos con el PP, y ahora ya sin necesidad del partido de Rosa Díez, UPyD, al conseguir ayer en Álava los socialistas el escaño número 25 con los votos del extranjero. La primera consecuencia de obtener este último escaño, que correspondió la noche electoral a EA por 8 votos de diferencia, es que el partido de Rosa Díez pasa a resultar irrelevante en la conformación de la mayoría necesaria para la investidura. Tanto como lo son, en el caso del PNV, los que pueden aportar los partidos con los que se entrevistó ayer, más en un gesto de pura cortesía que otra cosa, según la propia valoración de los dirigentes del PNV, conscientes de su difícil situación. Encabezados por su presidente, Iñigo Urkullu, recibieron a los representantes de las cuatro formaciones citadas. En el caso de Aralar y de UPyD acudieron sus máximos responsables, Patxi Zabaleta y Rosa Díez, respectivamente, acompañados de sus parlamentarios Aintzane Ezenarro y Gorka Maneiro.

En el caso de EA y EB no fueron ni el presidente de la primera formación, Unai Ziarreta, ni el coordinador general de EB, Javier Madrazo. Ambos han puesto sus cargos a disposición de su partido tras el varapalo electoral sufrido. El consejero de Justicia en funciones, Joseba Azkarraga, y Rafael Larreina, que ha perdido su escaño, representaron a EA, mientras Mikel Arana e Igor Irigoien lo hicieron con EB. Sus citas con el PNV fueron acompañadas de las declaraciones recriminatorias de sus críticos respectivos. La valoración más clara por parte de EA llegó de su presidente por Guipúzcoa, y disidente de la línea de Ziarreta, Iñaki Galdos, para quien la propuesta del PNV al PSE es un intento de levantar contradicciones en este último partido, a sabiendas el PNV de que "no puede ir más allá".

A diferencia del encuentro el miércoles con el PSE, el PNV no realizó ninguna valoración de sus citas de ayer, que la parlamentaria de Aralar consideró "una primera toma de contacto", en espera de la adopción de "otras decisiones" por parte de los partidos nacionalistas, si el PSE constituye finalmente "un Gobierno frentista español".

Por su parte, Rosa Díez, se limitó a transmitir que vio en los dirigentes del PNV "absoluta normalidad y aceptación de que unas veces se gobierna y otras no", y a señalar que UPyD favorecerá "un gobierno constitucionalista", tengan o no el PSE y el PP por sí mismos los 38 votos necesarios. La apreciación de Díez coincide con el clima que se percibe en el estado mayor del PNV, que parece haber asumido sus casi nulas posibilidades de permanecer al frente del Gobierno, aunque ese estado anímico no se verbaliza y aún intenta usar todos sus resortes de convencimiento y presión sobre la cúpula socialista en Madrid.

Una vez celebrado el encuentro del PNV con el PP, el PSE tendrá el camino abierto para iniciar su propia ronda de contactos.