El viento tira 160 metros de la valla fronteriza de Melilla

El temporal volvió a causar estragos ayer en la Península. Las fuertes rachas de viento derribaron unos 160 metros de la valla que separa Melilla de Marruecos. Las autoridades reforzaron la vigilancia en la zona con patrullas de la Guardia Civil ante la posible entrada de inmigrantes durante la noche. El pasado octubre, lluvias torrenciales arrasaron 180 metros de verja. El Gobierno de Melilla suspendió las clases por la tarde y cerró las instalaciones deportivas, lo que no evitó que seis escolares resultaran heridos leves tras desprenderse una de las ventanas de su colegio.

Las consecuencias del vendaval no fueron, sin embargo, tan devastadoras como las que provocó el temporal a su paso por España hace un mes, y en el que murieron 10 personas. Ayer, los vientos, de más de 100 kilómetros por hora, se llevaron por delante infinidad de tejados y causaron heridos leves. Además de los seis escolares de Melilla, un turista de 80 años resultó herido en Palma de Mallorca al caer al mar tras romperse los anclajes de una pasarela por la que descendía desde un barco hasta el muelle. Otras tres personas -tripulantes de la nave que se lanzaron al agua para el rescate- fueron asistidas por hipotermia y otra turista padeció una crisis de ansiedad.

En Granada, 300 alumnos de entre 13 y 17 años están atrapados en un albergue juvenil de Monachil (Granada) desde el miércoles por el temporal, en este caso, de nieve. En Asturias y Cantabria, el viento derrumbó el techo de dos polideportivos situados en Avilés y Santander, al lado de sendos colegios, sin causar heridos ya que no había gente dentro cuando se rompieron los tejados.

Información de Andreu Manresa, Ángeles Lucas y Roberto Tamayo.