Cuatro años de cárcel para los dos autores de las facturas falsas de Sevilla

Un juez de la Audiencia de Sevilla ha condenado a cuatro años y tres meses de prisión al ex secretario del distrito Macarena, José Marín, como autor de un delito de malversación de caudales públicos y otro de falsedad en documento oficial por el caso de las facturas falsas. La sentencia condena también al empresario José Pardo a tres años y nueve meses de cárcel por un delito continuado de falsedad de documento oficial y como cooperador necesario de la malversación del ex secretario del distrito.

El fallo, dictado después de que la semana pasada un jurado popular declarara culpable a los dos acusados, decreta además seis años de inhabilitación absoluta para Marín y cuatro para Pardo, así como multas de 2.400 y 2.160 euros respectivamente. Los dos acusados tendrán también que devolver al Ayuntamiento de Sevilla los 5.901 euros que Pardo cobró por obras que su empresa nunca ejecutó. Según el juez, todo lo hizo con la connivencia de Marín, que dejó el PSOE cuando se conocieron los hechos.

El caso de las facturas falsas en el distrito Macarena fue destapado en la primavera de 2005 por el Partido Andalucista, entonces en la oposición del Ayuntamiento de Sevilla y enemigo público del PSOE, que ya mandaba en el gobierno municipal y tenía y tiene en el distrito Macarena uno de sus principales graneros de votos en la capital. La trama de las facturas le costó la dimisión al entonces concejal de este distrito, José Antonio García (PSOE), que luego quedó exculpado de la causa judicial, y el Ayuntamiento creó una comisión de investigación que quitó hierro a las irregularidades en Macarena al considerarlas "malas prácticas generalizadas".

El juez Francisco Rodríguez, sin embargo, considera probado que José Pardo -ex militante del PSOE- presentó en el distrito Macarena facturas para el cobro de seis obras supuestamente realizadas entre finales de 2002 y principios de 2003, "pese a conocer que éstas no se habían ejecutado o lo habían sido sólo parcialmente". La mayoría de estos trabajos consistían en instalar pivotes de hierro en diferentes calles del distrito y en todos los casos, según el juez, Pardo cobró por más pivotes de los que realmente colocó. Además, presentó también una factura de 1.788,77 euros por construir dos pasos de minusválidos que nunca hizo y otra de 4.796,08 euros por demoler dos módulos que no llegó a tirar. En total, las facturas presentadas por Pardo y pagadas por el Ayuntamiento ascienden a 10.611,84 euros.

Según el juez, al firmar las facturas, Pardo actuaba "aparentando que lo hacía" por cuenta de la empresa Contratas y Obras de Sevilla (COS), pese a que sabía que esta empresa (a la que estuvo vinculado) había cesado su actividad en 2002. Para poder cobrar las obras contaba con la complicidad del secretario del distrito, que tenía la potestad de contratar los trabajos, dar por concluidos los expedientes y tramitar el pago de las obras realizadas. El magistrado considera que Marín "conscientemente permitió" que Pardo cobrara obras no ejecutadas. Los dos condenados recurrirán la sentencia ante el TSJA.