Un autobús arrolla la caseta de un 'parking' y causa tres heridos

Cándido, el portero del número 26 de la calle del Marqués de Urquijo, oyó un estruendo a sus espaldas mientras repartía los periódicos entre el vecindario. El retrovisor de un autobús de la línea 21 de la EMT se había enganchado a la caseta de acceso a un aparcamiento subterráneo y la había arrastrado varios metros, tras derrapar por la acera, mojada por la lluvia. Dos de los cinco ocupantes del autobús resultaron heridos, aunque leves. La peor parte se la llevó un hombre que pasaba por allí, al que se le cayó encima la estructura, de chapa y vidrio. Recibió un fuerte golpe en la cadera. Cándido sacó al herido de entre los escombros. Apenas dos horas después, a las 11.30, en la M-50, a la altura de Las Rozas, un coche arrolló a una ambulancia del Summa que en esos momentos atendía a un conductor herido. Seis coches se vieron implicados y hubo hasta siete heridos más.

Nacho, de 24 años, era uno de los ocupantes del autobús. Sólo 20 minutos antes del accidente estaba durmiendo plácidamente en su cama, cuando de repente se levantó sobresaltado. Llegaba tarde a su clase de Derecho en la Complutense. Se vistió a toda prisa y bajó a la calle, directo al metro. Se encontró con retrasos en su línea y de nuevo, a la carrera, salió al exterior. Nacho por fin se subió al 21, que cubre la ruta El Salvador-Paseo del Pintor Rosales. Era el camino más corto.

Casi al final del trayecto, en la calle del Marqués de Urquijo, el autobús patinó sobre el asfalto mojado, según los testigos, y se llevó por delante una caseta del aparcamiento público de Argüelles. En el vehículo viajaban Nacho, una joven y una niña, un hombre de unos 50 años y una señora. "He visto muy cerca la tragedia", cuenta Nacho después, aún con el susto en la cara. "El conductor se cambió de carril y al incorporarse derrapó y se fue contra la caseta". Nacho sufrió un corte en la mano, y otro viajero, con un golpe en la rodilla, fue derivado al hospital de la Concepción.

La caseta, hecha añicos tras el choque, cayó sobre un coche que aparecía por una calle transversal, Juan Álvarez de Mendizabal, y encima de un peatón de 51 años. El herido, con una posible fractura de cadera, fue trasladado al Clínico. Pero antes había sido rescatado de entre los escombros por Cándido, el portero: "Vi que le cayó la caseta encima y fui a ayudarle. Lo saqué rápido y los vecinos ya llamaban al 112", relata, mientras limpia los cristales de su bloque, sin darse mucha importancia. Los bomberos del Ayuntamiento y el Selur tardaron varias horas en dejar libre de escombros la calle.

Remedios, una vecina de toda la vida del barrio de Argüelles, lo vio todo "en directo". "Iba muy rápido el autobús. Siempre van muy rápido por esta calle. Derrapó y se la pegó. Lo normal cuando llueve tanto".

En otro punto de la capital, un accidente múltiple entre coches causó siete heridos, uno de ellos de gravedad. El suceso ocurrió en la M-50 a su paso por Majadahonda, en el kilómetro 79, cuando una UVI del Summa que se dirigía a su base, sin heridos en su interior, vio un coche parado en el carril central, sin las luces de emergencia. Los sanitarios, según cuenta un portavoz, fueron a atender a la conductora, que ponía en riesgo al resto de vehículos. Justo en ese momento (seguía lloviendo en Madrid), seis vehículos colisionaron en cadena en ese tramo, el primero de ellos contra la ambulancia. Tres facultativos resultaron heridos, uno de ellos con una posible fractura en la pierna y los otros dos con heridas leves.

Un hombre de unos 30 años quedó atrapado en un vehículo y tuvo que ser rescatado por los bomberos de la Comunidad de Madrid. Finalmente fue llevado al hospital en estado grave, con una fractura en las costillas y otra en el omoplato. Otras tres personas fueron atendidas por este accidente, aunque todas ellas con pronósticos menores. La Guardia Civil se hizo cargo de la investigación. Todo apunta a que la calzada mojada por la lluvia influyó en el accidente múltiple, informó Europa Press.

Aparatoso accidente de autobús en Madrid