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Entrevista:JOSÉ MANUEL SILVA | Director general de Investigación de la Comisión Europea

"El sector público ha hecho mejor los deberes en I+D que el privado"

"Desde Bruselas, desde la UE, la ciencia española se ve bien, sobre todo por el progreso que está teniendo", dice José Manuel Silva, director general de Investigación de la Comisión Europea. Este ingeniero agrónomo español, de 59 años, encabezó la representación europea en la conferencia de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), celebrada recientemente en Chicago, donde los nuevos aires favorables a la cooperación internacional -de la mano del presidente Barack Obama- se respiraron en forma de interés creciente por las estrategias europea y japonesa, así como la notable presencia de sus representantes en varios debates. "El presidente de la AAAS me ha transmitido que la secretaria de Estado [Hillary] Clinton considera que la ciencia tiene que ser elemento fundamental de las relaciones internacionales; también los europeos lo vemos así", dijo Silva.

"Es compatible dar ayudas sociales y, a la vez, invertir en conocimiento"

Pregunta. Las tres potencias científicas mundiales, Estados Unidos, Japón y Europa, ¿tienen políticas muy diferentes?

Respuesta. Tienen elementos divergentes y elementos coincidentes. También dentro de la UE los países difieren entre sí, pero vamos a verlo en términos del Programa Marco Europeo, que es común. Japón destaca por su enorme inversión privada en I+D, mucho más alta que la nuestra y que la estadounidense, proporcionalmente.

P. ¿Es envidiable?

R. Sí. En la Estrategia de Lisboa, la UE ya especifica su objetivo de aumentar la inversión privada en I+D. Pero Japón tiene otra característica que me gusta menos: su enfoque de arriba abajo a la hora de determinar lo que hay que investigar.

P. Parece contradictorio que haya una fuerte inversión privada y a la vez dirigismo político sobre las prioridades del I+D.

R. Es que las empresas privadas japonesas están muy relacionadas con los responsables políticos, es una sociedad muy integrada. Otra característica es que tiene, comparativamente, pocas conexiones de cooperación científica internacional.

P. ¿Y EE UU?

R. No tiene tanta inversión privada como Japón, pero sí una enorme capacidad de transferir conocimientos desde las universidades al mundo empresarial. Eso lo hacen mejor que nadie. En el aspecto internacional son más bien importadores de cerebros. Los estadounidenses no envían fuera a su gente, sino que atraen a otros.

P. ¿Cuál es el sello de la UE científica y tecnológica?

R. Nuestro elemento diferencial es el método de los consorcios, el programa de cooperación. Es algo que ha sido muy innovador. Ha recibido algunas críticas y es normal, porque es muy complejo, pero ha dado un gran valor a la ciencia europea, interna y externamente. Otro elemento fundamental es nuestro Programa Marco, el más internacional del mundo, el más interconectado, lo cual es muy importante en el mundo global. En esto estamos bien preparados.

P. ¿Y en inversiones en I+D?

R. Seguimos invirtiendo menos que EE UU y Japón. En esto hemos hecho mejor los deberes en el sector público -estamos más cerca de EE UU por porcentaje del PIB- que en el privado, aunque hay ejemplos magníficos de empresas europeas que han invertido en I+D y les ha ido maravillosamente bien.

P. ¿Y los países emergentes, cómo actúan?

R. Hay un elemento claro en el que nos están ganando por la mano y es en el número de gente con vocación científica que tienen. La cantidad de investigadores y de ingenieros que pone China en el mercado está muy por encima, incluso en términos relativos, a las cifras de Europa y de EE UU. Esto tiene que cambiar en nuestros países y es algo que compete a toda la sociedad.

P. Ante la crisis financiera, ¿están reaccionando igual las tres potencias científicas?

R. El mensaje común es que para salir de la crisis, que es muy dura, hay que hacer esfuerzos y mantener el apoyo a la sociedad del conocimiento. Si la gente que trabaja en el sector del conocimiento se te va, habrás perdido una inversión muy importante porque formar a un científico cuesta mucho y en muy poco tiempo que esté fuera de la profesión, lo pierdes. En esto el enfoque de EE UU, Japón y Europa es el mismo. Mis colegas japoneses me explican que ellos van a seguir invirtiendo mucho en I+D, como siempre han hecho en épocas de crisis. Creo que es compatible atender a las ayudas sociales y a la vez invertir en la sociedad del conocimiento.

P. Olvídese un momento del pasaporte y dígame cómo se ve desde Bruselas, desde la UE, la ciencia española.

R. Cada vez hay más científicos españoles integrados en los consorcios europeos de excelencia; en la primera convocatoria de subvenciones del Consejo Europeo de Investigación, los jóvenes científicos españoles han obtenido muy buenos resultados. En España está habiendo una evolución en la ciencia y está mejorando por encima de la media. También se están utilizando bien los fondos estructurales. Me sorprende que en zonas como la mía, Galicia, haya ahora actividades de I+D que hace 10 años no se podía ni siquiera imaginar que llegarían a existir allí.

José Manuel Silva.
José Manuel Silva.ÓSCAR CORRAL

Hacia el mercado único de la ciencia

¿Habrá unos países europeos más científicos y tecnológicos y unos especializados en otras actividades? "Yo no hablaría de países, pero sí creo que habrá polos que tengan más vocación de I+D, en los que estará más desarrollada la sociedad del conocimiento", contesta Silva. ¿Y a ellos podrá acudir cualquier europeo con vocación científica? "Sí, claro. El espacio europeo de investigación nos tiene que llevar a un verdadero mercado único de la ciencia, un área de la quinta libertad en la que se asignen los recursos donde son más eficientes", añade. "Pero los polos de excelencia no sólo existen, también se crean".

A la vez se debe aspirar a una nota media muy buena, recalca el Director General de Investigación de la CE. "Estamos hablando de una Europa de 500 millones de habitantes, y no todos los sitios van a ser Oxford, Cambridge, París, la Max Planck alemana y Barcelona [cita de un tirón]". Está claro que todos los demás también cuentan, añade: "Eso pasa en EE UU, donde, además de la media docena de grandes universidades más famosas, hay muchas otras con un nivel muy bueno".

Lo que deja claro es que es cuestión de elegir prioridades. "Esto es difícil, porque al poder político le suele costar elegir, ya que a la vez excluyes". ¿Entonces? "Para ayudar a elegir son muy importantes los programas competitivos, sobre todo el Programa Marco europeo, basado en la excelencia; para lograr otros objetivos se pueden utilizar otros recursos, como los fondos estructurales". En cuanto a las personas, "la movilidad es positiva", dice Silva.

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