Lo mejor de hace un siglo

Martes Musicales. Actuación de Anna Przylecka (violín), Tomas Przylecki (violonchelo) y Adela Martín (piano), acompañados por la narradora Marta Juaniz con un guión de Miguel Nunarriz, basado en el libro La pequeña crónica de Anna Magdalena Bach.

A las 20.00, en el Aula Fundación Caja Vital. Paz, 5. Centro Cultural Dendaraba, 1ª planta. Vitoria.

En las primeras décadas del siglo XX el recién fundado Museo de Arte Moderno de Bilbao, que años más tarde se fusionaría con el de Bellas Artes, recogió las obras de los artistas que se debatían entre la reelaboración de la herencia decimonónica y los que se sumaron a la sobriedad clasicista del novecentismo o entraron de lleno en las nuevas formas de las vanguardias. La exposición Novecentismo y vanguardia (1910-1936) presenta ahora una nueva visión de la época -el tiempo de la creación de la Asociación de Artistas Vascos (1911) y la revista Hermes- a través de los fondos del museo, testigo del ambiente artístico que lo rodeaba.

Arteta, Sunyer y Vázquez Díaz representan el espíritu novecentista

La muestra enlaza la vanguardia con las corrientes anteriores

Las obras de Aurelio Arteta, Joaquim Sunyer y Daniel Vázquez Díaz revelan el sentido del novecentismo en la exposición. Son "los tres artistas más destacados del espíritu novecentista", según el comisario de la exposición, el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Málaga, Eugenio Carmona. Novecentismo y vanguardia sigue el camino de reinterpretación de la colección del Museo de Bellas Artes que comenzó en 2008 con las exposiciones temporales Artistas vascos y De Goya a Gaugin, que recorrió las obras del siglo XIX. La exposición muestra 149 obras, entre pinturas y fotografías y carteles, y presenta las recientes adquisiciones de las pinturas Noche de artistas en Ibaigane (1927), de Antonio de Guezala, y La lechera al sol (1930), de Carlos Ribera.

En España el novecentismo se desarrolló especialmente en Cataluña como respuesta al simbolismo del modernismo. Los artistas novecentistas, recordó Carmona, estaban movidos por el afán clasicista de crear una obra depurada y sobria, en la que el dibujo y la forma predominaban sobre el color, siempre contenido. Eran personas de cultura, alejados de la imagen romántica del pintor bohemio, implicado en la vida de la comunidad y con interés por buscar sus raíces.

Carmona defiende en la exposición que también en el País Vasco existió un espíritu novecentista, encarnado en Aurelio Arteta. Sus obras se presentan junto a las de Sunyer, Vázquez Díaz, Celso Lagar y Gabriel García Maroto, y fotografías de Felipe Manterola, para remarcar los ideales de la corriente.

Las obras de la colección del museo revela que, junto al novecentismo, en las primeras décadas del siglo XX empezaron a cuajar los movimientos de vanguardia. Las pinturas de Robert Delaunay, Antonio de Guezala, Ramiro Arrue y Joaquín Torres García muestran la influencia de los nuevos lenguajes.

Carmona defiende que novecentismo y vanguardia mantuvieron una relación que continuó en el tiempo y se refleja en la exposición en obras con influencia del surrealismo y en las que representan personajes y escenas de la vida cotidiana.