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Reportaje:Elecciones 1-M

Llamando a las puertas de Ajuria Enea

Patxi López recorre Euskadi el último día de campaña en un autobús electoral

Suena el despertador del candidato socialista. Son las 7.15 y, como siempre, el tema de Bob Dylan Knocking on Heaven?s Door (Llamando a las puertas del cielo) inunda la habitación. Patxi López es un heterodoxo incluso para levantarse de la cama. No es la voz nasal del juglar de Minnesota la que entona la canción que le pone en marcha, sino las dulces voces negras del grupo sudafricano Ladysmith Black Mambazo. El último día de campaña, también. Dice que tiene más de 60 versiones de este tema mítico.

El candidato socialista lleva dos semanas llamando a las puertas de Ajuria Enea. Pero hoy hará un alto en el camino para ver por la tarde el partido del Iurbentia. El domingo quiere que los vascos llenen las urnas de "puños y rosas" por el cambio. Lo reclamó ayer en Mondragón, parada obligada del maratón del PSE a bordo de un autobús de las Juventudes Socialistas. Jóvenes militantes que acompañaron en el periplo al candidato, coreando los lemas que han calentado los mítines en esta campaña que hoy ya será historia: "Algo se menea en Ajuria Enea" o "Ista, ista, ista, Euskadi socialista".

Los guipuzcoanos esperan dar la sorpresa en la noche electoral
"Vamos a gobernar de una manera diferente", promete el candidato del PSE

López convocó desde Mondragón a los vascos a llenar de papeletas socialistas las urnas. A su lado estaba Sandra Carrasco, la hija del ex edil Isaías Carrasco, asesinado por ETA en la pasada campaña electoral. Una joven que no pierde la sonrisa ni un segundo y que juguetea con el piercing de su labio inferior. Pide papeletas para que el PNV se tome unas vacaciones, como pronosticó el presidente Zapatero en su último mitin de campaña en La Casilla. Y para eso, toda ayuda es poca, porque algunos escaños bailan y cambian de pareja con una facilidad insoportable para el jefe de campaña, Rodolfo Ares.

Nagore de los Ríos está exultante. Llega con su tercer brazo, un pequeño ordenador portátil, para enseñar al candidato la portada de un diario digital. Como hizo Barack Obama el último día de campaña en EE UU, López pidió ayer a las redes sociales que empujaran su candidatura desde Internet. 140 caracteres y unos pocos bytes por el cambio en Facebook, Tuenti y Twitter: "El domingo puede ser uno de los días más importantes de nuestra vida. El cambio en Euskadi sólo depende de ti. No lo olvides. Vota", reza el mensaje. "Esperamos llegar hasta 15.000 apoyos de cibernautas", explica Nagore al candidato. Todo parece posible. Son las 10.30 de la mañana en Bilbao.

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Atrás queda ya Coscojales, la calle de Portugalete donde nació López y el regidor de la localidad, Mikel Torres, "el mejor alcalde del mundo. Yo es que le quiero la hostia", confiesa López. Al final del camino, Ajuria Enea. Jesús Egiguren se ha sumado a la caravana en Mondragón, como Iñaki Arriola. Guipúzcoa puede dar la sorpresa la noche electoral, los socialistas guipuzcoanos esperan una movilización potente. "¿Cómo va el voto obrero?", se le pregunta con ironía a Egiguren recordando el tono del mitin de Zapatero la víspera. "El voto obrero y el campesino", precisa en el mismo tono. Todos los socialistas han respirado un poco más tranquilos al leer en Gara el comunicado de ETA. Puede ser la última aparición en campaña de la organización terrorista. Pero nadie pone la mano en el fuego.

Hace un día espléndido en La Concha. Rodolfo Ares se sube al autobús, tiene los últimos datos de su sondeo interno. López ya va por libre, no quiere más datos en su cabeza. "Nuestro electorado está movilizado en un 78% y el del PNV en un 71%". Los escaños siguen bailando.

En Mondragón resuena el eco del discurso del candidato: "Vamos a gobernar de manera diferente". "Hemos hecho el mayor esfuerzo por la paz que se ha hecho en este país". En la Red, los internautas siguen mandando mensajes. Patxi López se mantiene tranquilo, con su camisa blanca. No es un mago, sabe que si las urnas le dan la victoria, tendrá que lidiar con una crisis sin precedentes. Y "los problemas no se van a solucionar de la noche a la mañana", admite Pero quiere una amplia mayoría para "gobernar sin hipótesis y con paso firme". Vitoria, estación esperanza. Suena por última vez el tema de Springsteen Working on a dream.

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