La alcadesa de Dénia expulsa del pleno a su antecesora

El convulso pleno celebrado ayer en Dénia ahondó más en la crispación social que sufre la ciudad tras la moción de censura de julio. La alcaldesa, la popular Ana Kringe, ordenó a la Policía Local que expulsará ayer de la sesión a su antecesora en el cargo, la socialista Paqui Viciano, por exceder su turno de intervención cuando se debatían los presupuestos para 2009. Esta medida provocó a su vez que los ediles de PSPV y Bloc abandonaran el pleno.

Ya con anterioridad, sindicatos y entidades sociales habían abarrotado el Ayuntamiento para protestar por la decisión del gobierno local de suprimir 25 plazas de funcionarios interinos, diez de las cuales estaban ocupados por trabajadores que ahora se van al paro. Por el contrario, el PP y sus socios independientes han fichado a diez cargos de confianza. Los sindicatos desplegaron una gran pancarta en la que podía leerse Plantáis bonsáis y echáis a la gente a la calle, ya basta de corrupción, en alusión a la decisión del PP de adjudicar a una empresa obras de jardinería por valor de 120.000 euros. Una de las plazas suprimidas es la de la técnico de igualdad, actualmente embarazada, lo que también motivó la protesta de la Xarxa de Dones.

Por si fuera poco, el PSPV se enfrenta a otra posible deserción después de que el tránsfuga Juan Collado abandonara sus filas para votar la moción de censura que dio el poder al PP. Ahora, la también edil socialista Maria José Lorenzo ha advertido de que se siente liberada para romper la disciplina de voto al considerar que su partido ha sido incapaz de dar una respuesta creíble a una denuncia del PP, que acusa a los socialistas de desviar 12.000 euros de actividades culturales.

Tensión en Xàbia

"He venido aquí para exigir explicaciones, porque mi comercio está en la ruina y yo tengo una hija que alimentar". Con gritos como éste, casi un millar de comerciantes de Xàbia interrumpieron constantemente al alcalde, Eduardo Monfort, del Bloc, en el último pleno celebrado en el municipio y le exigieron a grandes gritos su dimisión por las obras del centro histórico que se han prolongado cuatro años. La tensión alcanzó cotas tan altas que Monfort ordenó a la Policía Local el arresto de una comerciante por llamar corrupto al nuevo aliado de los nacionalistas en el gobierno, el líder del PP local, Juan Moragues.