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Elecciones 1-M

El PNV advierte a Zapatero para que frene a los socialistas vascos

Andoni Ortuzar apunta que "será muy difícil colaborar" en el Congreso si se produce una "agresión en Euskadi"

El PNV aludió ayer a su colaboración con el PSOE en el Congreso de los Diputados poniendo sobre la mesa una advertencia directamente dirigida al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cuyos presupuestos sostiene. Andoni Ortuzar, segundo candidato por Vizcaya y mano derecha del presidente del partido, Iñigo Urkullu, indicó, en una entrevista en ETB que si después de las elecciones el PSE actúa de cualquier modo que el PNV pueda interpretar como "una agresión política en Euskadi" a su grupo en el Congreso le resultaría "muy difícil seguir colaborando con Zapatero", a quien endosó la responsabilidad de reflexionar sobre lo que puede perder en ello. "No podemos llevarnos bien en un sitio y mal en otro", argumentó.

El PNV se vuelca en Vitoria para impedir que el PSE compense Vizcaya

La "agresión en Euskadi" a la que se refería Ortuzar sería que el PSE quedara por detrás del PNV, pero lograse la investidura de Patxi López gracias al apoyo de los populares. Para disuadir a los socialistas de esa actuación, el PNV confía en movilizar al electorado que "apuesta por el autogobierno", de modo que ello dé a Ibarretxe "una mayoría nítida" que impida su salida de Ajuria Enea.

El dirigente peneuvista descartó un acuerdo con el PSE, salvo que este partido haga "un giro copernicano", ni bajo liderazgo nacionalista, ni mucho menos a la inversa. "No lo vemos factible", resaltó.

El lehendakari y candidato Ibarretxe, mientras, siguió desgranando su oferta electoral, lo mismo en Irún, donde reiteró que duplicará las ayudas a las familias, que en Vitoria, donde puso números a sus propuestas para la ciudad: prometió 936 millones de euros para que la capital alavesa se convierta "en el auténtico motor político y económico de la sociedad vasca". La capital de Euskadi, con un gobierno local en manos del PSE-EE y que el PNV sabe quejosa hacia el tripartito en términos de compromiso económico con sus proyectos estratégicos, se ha convertido en una plaza a seducir: en ella se decide la mayoría de los 25 escaños que Álava aporta al Parlamento y para el partido de Ibarretxe resulta fundamental acortar distancias en la previsible victoria de los socialistas. Sólo si el PNV sale en Álava de la tercera plaza a la que ha quedado relegado en las tres últimas mediciones electorales -municipales, forales y generales- puede recortar los escaños con los que el PSE compensaría la ventaja que el PNV obtenga en Vizcaya.

La futura estación intermodal, el nuevo Hospital de Txagorritxu, la adquisición de suelo industrial en Miñano y Foronda o un centro industrial de pruebas de automoción en Arakamendi son algunos de los proyectos a los que se iría ese dinero.

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