Desbarajuste en el sector financiero

El sector financiero resulta una especie de pozo sin fondo a la hora de crear problemas a los inversores, que ahora temen el inicio de una serie de intervenciones que, en cualquier caso, dejarían una buena parte del sistema financiero en manos públicas.

Los valores bancarios han vuelto a ser los protagonistas destacados de esta sesión, con importantes recortes que han llegado después de una apertura positiva. En el caso del mercado español, el malestar se ha originado tras las declaraciones del presidente del BBVA en las que recomendaba la intervención por parte del Estado de "las entidades con problemas". El mercado se dio la vuelta y, curiosamente, las acciones del BBVA resultaron las peor paradas entre los grandes bancos españoles.

El Ibex 35, que en algunos momentos llegó a subir el 2,33% hasta los 7.781,00 puntos, terminó la jornada con un recorte del 0,83% que le sitúan en 7.540,40 puntos, un nivel desconocido desde diciembre de 2003.

Las posibles intervenciones de bancos han sido la comidilla del mercado durante todo el día, sobre todo cuando en Estados Unidos parece que la única duda es el cómo, una vez resuelto el quién. Esa intervención llegaría, al parecer, mediante la adquisición de acciones de las entidades hasta un máximo del 40% del capital, aunque se negocia que la cifra no pase del 25% para intentar dar la sensación de que se trata de una nueva ayuda y no de una nacionalización en toda regla.

La Bolsa de Nueva York se orientó de nuevo a la baja, a pesar de que esta vez los valores bancarios figuraban en cabeza de las subidas, destacando Citigroup y Bank of America. El índice Dow Jones de valores industriales caía hasta niveles de 1997 después de dejar atrás una solitaria caída en octubre de 2002 hasta los 7.286,27 puntos. A media sesión este índice llegó a situarse por debajo de los 7.200 puntos.

Una de las causas de este nuevo retroceso estuvo en la publicación del índice de actividad de la FED de Chicago, que en enero descendió hasta el nivel más bajo de los últimos 34 años.

La situación en los mercados de valores, lejos de suavizarse, continúa haciéndose eco de una situación económica que parece todavía muy lejos de tocar fondo y que obliga a los inversores a mantenerse al margen hasta que lleguen mejores tiempos.