Saber con vocación popular

Junto a la rotunda reflexión artística, alejada de culquier complacencia, de la exposición internacional Living together, ayer llegaron a Montehermoso las películas de animación de la República Checa al ciclo Cine para todos los públicos. Arte contemporáneo radical y séptimo arte de calidad. Xavier Arakistain (Madrid, 1966), emprende el segundo año de su programa como director del centro cultural vitoriano con la voluntad de forjar un espacio destinado a la difusión del "conocimiento con vocación popular, frente a entretenimiento populista".

Las últimas críticas del grupo municipal del PNV, que cuestionaba con dureza la orientación del principal espacio cultural del Ayuntamiento de Vitoria, no han hecho mella en este activista independiente del arte comprometido, que hace dos años se decidió por el trabajo institucional. "Creo que se pueden cambiar las cosas también desde la Administración", explica. "Somos pioneros en cumplir las leyes vigentes en cuanto a igualdad, el primer centro del Estado que garantiza la igualdad de hombres y mujeres en el campo del arte contemporáneo".

"Creo que se pueden cambiar las cosas también desde la Administración"

"El feminismo es imprescindible para entender la evolución social reciente"

Durante este 2009, el motivo de reflexión en Montehermoso atenderá a la convivencia y los valores sociales y políticos que la conforman. "En estos últimos diez años, una de las líneas de análisis más importantes estudia la dimensión global que han adquirido conflictos locales o sectoriales que antes quizás pasaban inadvertidos, Nosotros tratamos de ofrecer la respuesta de los creadores a este nuevo reto", explica.

Arakistain reconoce que la orientación de Montehermoso está bien definida: arte, cultura y pensamiento contemporáneo desde posiciones críticas, "entre las que se encuentra el feminismo, por supuesto, uno de los enfoques imprescindibles, pero no el único, para entender la evolución social de los últimos tiempos". Su propuesta se inscribe en lo que Pierre Bourdieu definía como "el campo restringido del arte", apostilla.

El arte contemporáneo es una megalópolis, inabarcable, conformada por diferentes segmentos. Montehermoso, según su director, ha entrado en una de estas áreas de trabajo internacionales. "Es una apuesta que tiene muchas ventajas para una ciudad como Vitoria porque te sitúa en el mundo. Eso sí, luego este trabajo se transmite desde una oferta expositiva amplia, plural, completada con cursos, talleres, programas de cine y música que atienda los intereses de la población de nuestro entorno", aclara, mientras confirma el acceso a ese club, con referencias a Montehermoso en las revistas de arte de todo el mundo.

Al frente de un reducido equipo de diez personas, Arakistain trabaja en la configuración de algo que va más allá de un espacio físico concreto. Signo de los tiempos. Y lo explica: "Uno de nuestros proyectos es la creación de un centro de documentación sobre arte feminista que, por supuesto, se consultará más en Internet que en nuestra sede".