Hacienda, su banco amigo

Gracias a Kafka sabemos que la Administración es un universo paradójico. En él, cualquier norma represiva puede convertirse en una bendición, y viceversa. Los técnicos de Hacienda han difundido recientemente una de esas paradojas. Sepan los contribuyentes que por la Ley de Presupuestos de 2009, el número mágico que relaciona la Agencia Tributaria con los ciudadanos es el 9%. Ése es el tipo de interés de demora que percibe Hacienda por los aplazamientos de los pagos, las deudas afloradas y, por supuesto, también por los impuestos ingresados en exceso, de forma que un contribuyente al que se le reembolsa una cantidad que ha ingresado de más recibe una retribución o rentabilidad del 7%. Es, con mucho, la rentabilidad mayor del dinero que se puede obtener en cualquier banco o caja de España. Si un ciudadano quiere beneficiarse de esa rentabilidad, basta con que ordene un ingreso fiscal en exceso por la cantidad que crea conveniente y solicite a continuación que se le devuelva. Puede incluso modular el plazo del depósito según el momento de reclamación.

Hacienda debería publicitarlo. Con la misma estética que los anuncios de la lotería navideña, podrían fabricarse eslóganes como "No todo es recesión. El 7% de rentabilidad con la garantía del Estado" o "El depósito AEAT (Agencia Tributaria) es el más rentable y no tiene retención". Sería una competencia irresistible para los Botín, González y Blesa. Hacienda garantiza la totalidad del importe y no sólo los 100.000 euros que aseguran los bancos y cajas. En el depósito Aeat no habría riesgo Madoff, una ventaja muy apreciada en estos tiempos.

Tal sería la realidad disparatada del universo fiscal paradójico surgido del Presupuesto 2009. La realidad más real, valga la redundancia, es que unos intereses de demora del 9% son excesivos para las deterioradas rentas de un gran número de contribuyentes españoles. En plena vorágine recesiva, con un intenso crecimiento de la morosidad, Hacienda debería aliviar el castigo que pesa sobre los contribuyentes y reducir ese interés, que más parece usura. Además, así tendría que pagar menos por el depósito AEAT.