Una explosión de gas en una mina en China causa 74 muertos
Son las minas más peligrosas del mundo. Ayer volvió a quedar de manifiesto: 74 trabajadores resultaron muertos y más de un centenar heridos a causa de una explosión de gas en una mina de carbón en la provincia china norteña de Shanxi. El accidente se produjo antes del amanecer, cuando 436 personas se encontraban trabajando en el interior de las galerías. Decenas de mineros quedaron atrapados, aunque al caer la noche todos habían sido encontrados, según la agencia oficial Xinhua. Entre los 114 hospitalizados, seis se encuentran en estado crítico.
La mina Tunlan, situada en Gujiao, cerca de Taiyuan, la capital provincial, pertenece al grupo público Shanxi Coking Coal, el mayor productor del país de carbón coque, empleado en las acerías. La compañía opera 28 minas.
Xue Huancheng, uno de los heridos, de 27 años, aseguró que él y sus compañeros no fueron inicialmente conscientes de la gravedad del accidente, y que no recibieron órdenes de abandonar la mina hasta una hora después de la explosión. "En ese momento, el suministro eléctrico bajo tierra estaba cortado y tuvimos que caminar" más de 40 minutos, contó a Xinhua desde su cama en el hospital.
Es rara la semana que no se produce un siniestro mortal en la peligrosa industria minera china, pero éste es el más grave desde diciembre de 2007, cuando 105 personas fallecieron a causa también de una deflagración de gas en un yacimiento en la misma provincia. El año pasado murieron más de 3.200 mineros en China a causa de explosiones, incendios e inundaciones de los pozos. La cifra es un 15% inferior a la de 2007, pero algunas organizaciones de defensa de derechos laborales estiman que el número de víctimas es superior al declarado por el Gobierno, ya que, según afirman, los dueños y los Gobiernos locales ocultan a menudo los desastres para evitar las multas y el cierre de las explotaciones.
Según el Gobierno, el 80% de las 16.000 minas que hay en China es ilegal. Muchas de ellas no cuentan con las medidas de seguridad necesarias, y sufren frecuentes accidentes mortales.
Pekín se ha comprometido a mejorar la seguridad. El año pasado cerró mil pequeñas explotaciones peligrosas. Para 2010, se ha comprometido a clausurar 6.000. Pero el país genera la mayor parte de su energía eléctrica a partir del carbón, y muchos gobiernos locales se resisten a cerrar las minas.
Las condiciones de seguridad difieren mucho entre las grandes explotaciones estatales, donde son similares a las de los países más desarrollados, y las pequeñas, donde hay pocos equipos de seguridad, los trabajadores han sido poco formados y muchos dueños se concentran en obtener el máximo beneficio.
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