Uno de cada seis ciudadanos de la Gran Barcelona nació en el extranjero
El Museo de Historia de Barcelona compara la última década con todo el siglo XX - En 2007 los inmigrantes metropolitanos enviaron 2.000 millones a sus países
Uno de cada seis ciudadanos del área metropolitana de Barcelona (36 municipios, 3.150.380 habitantes) nació en el extranjero. La mayoría son suramericanos y de éstos destacan los ecuatorianos, que, aunque se dispersan en toda el área, presentan una mayor concentración en L'Hospitalet y los barrios barceloneses de Sants y Nou Barris. Ellos, junto con los colombianos y los bolivianos, concentran casi la mitad (45%) de los envíos de dinero a los países de origen de la inmigración que se hacen desde Barcelona. Contribuyen así, como en su día lo hicieron los emigrantes españoles en Alemania y Suiza, a sostener la economía de su país y ayudan a sus familias, que muchas veces dependen de ellos. Se calcula que en 2007 desde el área de Barcelona se enviaron 2.000 millones de euros al exterior, poco más de una cuarta parte de esa cantidad a través de las entidades bancarias, ya que la mayoría opta por oficinas o empresas especializadas.
Estos y muchos otros datos sobre la inmigración del área metropolitana se encuentran, diseminados, en la exposición Barcelona conectada, ciudadanos transnacionales, que hasta el 27 de septiembre se presenta en el Saló del Tinell.
Un apartado, por ejemplo, se centra en el ámbito económico y muestra que hace un año había 7.097 empresarios individuales extranjeros, lo que suponía el 7% del total de los ciudadanos que trabajaban como autónomos o tenían microempresas. En su mayoría son comercios o servicios personales, como peluquerías, locutorios, transporte, etcétera. También se ha realizado el mapa de situación de estos comercios y aquí aparecen tres grandes ejes: por una parte, la zona de Fondo en Santa Coloma y parte de Badalona, donde hay una fuerte concentración de industrias de confección a partir de pequeños talleres, casi siempre con trabajadores chinos; por otra, en algunas zonas de L'Hospitalet de Llobregat, y de manera más dispersa y diluida, en el centro histórico de Barcelona.
"¿Hasta qué punto la actual depresión económica marca el inicio de un tiempo diferente?", se pregunta Joan Roca, director del Museo de Historia de Barcelona (Muhba), organizador de la exposición con la Fundación Jaume Bofill. "No hay respuestas. Lo que hemos querido es lanzar preguntas y analizar esta última migración, de 1998 a 2007, situarla en el contexto histórico del siglo y ver cuáles son las características innovadoras de este momento. Es decir, lo que la diferencia de las anteriores".
Entre esas características destacan, por ejemplo, la aparición de las nuevas tecnologías, que han permitido que estos inmigrantes estén casi siempre conectados con sus países de origen, bien vía telefónica o por Internet (hacen un uso más intensivo de este sistema que la media catalana), y que además han creado un sistema propio de comunicación que se refleja en las más de 50 publicaciones, entre revistas y diarios, realizadas por y para inmigrantes que se editan en Barcelona.
¿De dónde venimos?
"Casi todos somos inmigrantes o procedemos de la inmigración", comenta Joan Roca, director del Muhba, para contextualizar el impacto actual de los procesos migratorios de Barcelona. La exposición concluye con una investigación histórica inédita que ha permitido analizar y cartografiar los flujos migratorios durante el siglo XX. Así, cuatro grandes mapas analizan estos flujos congelándolos en los datos de cuatro años: 1900, 1930, 1975 y 2007. "Es curioso porque si estudias cómo se recibía aquí a los inmigrantes interiores a principios de siglo, en su mayoría de otras zonas de Cataluña, sorprende ver la virulencia contra los de Lleida, que estaban muy mal vistos por los barceloneses de origen", comenta Mercè Tatjer, una de los muchos investigadores que han participado en el proyecto. En 1930 la mayoría de los inmigrantes eran del Levante español y entonces el estigma lo tuvieron los murcianos, pese a que abundaban más los aragoneses. En 1975, en cambio, el grueso de recién llegados procedía de Andalucía.
La exposición se complementa con la titulada Barraques. La ciutat informal (prorrogada hasta el 26 de abril) y cuenta con un amplísimo programa de seminarios, visitas comentadas y encuentros que puede consultarse en las webs museuhistoria.bcn.cat y barcelonaconnectada.cat.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.