Apuesta decidida por el asfalto

Si la red de infraestructuras del transporte es un factor estratégico de primer orden en el desarrollo de cualquier país, en Galicia choca con la dispersión y fragmentación de los asentamientos poblacionales y, a estas alturas, con el desequilibrio acumulado en el binomio interior-litoral. El Plan Director de Estradas aprobado por la Xunta, ahora en fase de información pública, se propone llevar una vía de altas prestaciones a menos de 30 minutos de todo el sistema de asentamientos poblacionales de la comunidad, que suman más de 20.000. En la legislatura que acaba ya se han construido 123 kilómetros de autovías y 211 kilómetros de vías de altas prestaciones para ir abriendo boca. Hasta 2020 está previsto, en colaboración con el Ministerio de Fomento, invertir 16.000 millones de euros en 662 actuaciones y construir 1.437 kilómetros de carreteras de nuevo cuño.

Objetivo: acceso para todos en 30 minutos a una vía de altas prestaciones

Los 123 kilómetros de autovías construidos en estos cuatro años marcan una distancia clara con los 27 kilómetros que la Xunta de Fraga dejó como herencia. Además, sin ánimo exhaustivo, están ya en ejecución la autovía de la Costa da Morte, la Vía Ártabra y la Tercera Ronda de A Coruña, el corredor de la Costa en As Mariñas, la culminación de la autovía Ferrol-Vilalba, la prolongación de la de Nadela-Sarria hasta Monforte, la conclusión inminente del tramo de Cea-Ourense en la AG-53, la autovía Ourense-Celanova, el enlace de la Plisan con la A-52, la variante de Marín, las circunvalaciones de Moaña, Cangas y Vilagarcía o los enlaces con el Val Miñor, por mencionar lo que está en ejecución y obviar los muchos proyectos que se estudian.

Esas actuaciones dejan claro el compromiso del tándem Touriño/Caride con el asfalto, en muchos casos, como en Gondomar o Soutomaior con los proyectos del Vigo Íntegra, un plan sectorial específico dentro del Plan de Estradas, con ardua polémica porque se ha hecho preceder a otra urgencia no menor como es la del transporte público. Política Territorial ha dejado en suspenso, para la próxima legislatura, una ley dirigida a fomentarlo. Los convenios firmados al efecto con los ayuntamientos de las áreas de A Coruña, Santiago, Ferrol y Vigo se quedan en migajas, aun incluyendo la intermodalidad con el transporte marítimo en las dos últimas, para la gran hambruna que existe al respecto, nunca saciada. El plan de transporte metropolitano fue uno de los objetivos no cumplidos de la legislatura que acaba e iniciativas como las del Noitebús o la del Tes+Bus, pese a su acierto, tienen una incidencia anecdótica en el conjunto.

La supresión de los peajes de Rande y de A Barcala y Dozón-Ourense, constituyeron hitos de la legislatura, que también reforzó la seguridad vial con un plan que, entre otros efectos, ya ha reducido de 86 a 38 los puntos más peligrosos de la red.