_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Desaliento

Rosa Montero

Hace una semana terminó la temporada de caza con galgo y empezaron las matanzas habituales, los bosques espectrales adornados con el fruto atroz de los perros ahorcados. A veces me entra un desaliento abrumador, un cansancio infinito de ser de este país. De una sociedad bruta e incivil sin tradición en el respeto a los seres vivos. Miren por ejemplo lo que sucede en el Metro de Madrid: El Refugio ha denunciado que los perros utilizados en la seguridad son duramente maltratados. Y lo peor es que muchos maltratadores ni siquiera creen serlo porque no perciben el sufrimiento del animal: así de primitivos y de crueles son. Ese mismo sustrato de insensibilidad hace que el PSOE incumpla descaradamente una promesa electoral sin que pase nada. Porque se comprometieron a elaborar una ley marco de protección animal, pero el Gobierno acaba de declarar que no la hará y que las competencias son de las autonomías (se han presentado 1.300.000 firmas en pro de la ley, pero se ve que les importa un pito).

Sí, es un desconsuelo ser de un país en el que los jueces y los ministros se van de cacería y se hacen petulantes fotos de matarifes. No hablo ya de las repercusiones políticas del encuentro, ni del problema que supondría aceptar, teniendo un cargo público, el supuesto regalo (de muchos miles de euros) de una montería, como decía el sábado un lector en una carta magnífica. Hablo simplemente del mal gusto social, del mal gusto moral, del mal ejemplo de esos prohombres de la patria rodeados de cadáveres (tremenda la foto de Garzón entre decenas de mansos ciervos alineados como los muertos de una masacre anónima); de unos tipos exultantes de sangre y abrazados con ufanía a la escopeta. Ésos no son los dirigentes que yo deseo para España. Pero ya ven, es que el país es así. Por desgracia, todo concuerda.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_