"La Xunta nos ha atendido regular"

Aurora Carro, presidenta de la Federación de Viuvas de Galicia, no tiene gran problema en afirmar que "tirando por lo alto", al Gobierno bipartito de Touriño y Quintana, le pone "un seis". "La Xunta nos ha atendido regular... No ha hecho mucho por nosotras, al menos de momento, aunque también es verdad que nuestros problemas fundamentales tienen que ver con las pensiones y con Hacienda, y ésas son cosas que tenemos que tratar con Madrid. Yo, a los de la Xunta lo que les pido es que intercedan. Que pidan al Gobierno central aquello por lo que nosotras luchamos". Al margen de eso a las viudas, la Xunta les da, como les daba antes el Gobierno Fraga, dinero para las asociaciones. En la federación que agrupa estos colectivos locales son más de 2.000 socias, una representación más bien pequeña contando con que en Galicia viven, y muchas veces malviven, 160.000 viudas.

En campaña las invitan a actos políticos y las van a buscar en autobús

La pensión media las deja por debajo del umbral de la pobreza

Aurora Carro conoce personalmente a Quintana y asegura que "es muy agradable". En los últimos meses, las asociaciones de viudas de Galicia han acudido a un par de actos masivos en diferentes localidades gallegas. Al parecer, el sistema siempre es el mismo: les cursan invitación y el día señalado les ponen autobuses. Las recogen temprano y las devuelven a casa por la tarde, y en las horas transcurridas entre la ida y la vuelta el vicepresidente se da un baño de masas en un mar de mujeres maduras. El 94% de las viudas gallegas tiene más de 55 años y la pensión media está por debajo del umbral de la pobreza: 430 euros. Encima de la mesa, entre un montón de papeles, Carro expone dos casos: "Una pensión de 421 euros y otra de 368,33".

Actualmente, las viudas que cobran pensión por su marido fallecido perciben "el 52% del salario base" que ingresaría la familia si él viviese. "Pero los gastos siguen igual", protesta la presidenta de las viudas gallegas, que siempre tiene en casa a comer a los nietos. "Por eso pedimos que se nos pague entre el 70% y el 75% del salario base, y sin la retención del IRPF que ahora nos quitan. Es lo justo".

Carro, que es de Lugo y tiene 71 años, enviudó a los 37 con seis hijos de entre uno y 15 años a su cargo. Luego, además, acogió al hijo de otra viuda amiga cuando ésta falleció. De la noche a la mañana se convirtió en una mujer sola con siete menores de edad. Desde entonces lucha por los derechos de las que están como ella, y por los de los huérfanos y enumera toda una ristra de logros que son fruto "del trabajo diario de las asociaciones". Un ejemplo: el hecho de que los hijos mayores de 18 años que todavía no trabajan puedan beneficiarse de la sanidad pública en toda España fue una batalla ganada por ellas. "Una chica de Lugo fue a sacarse una muela al hospital un día después de cumplir 18. Se sentó en la butaca, se preparó, y en esto el dentista, mirando los papeles, le dice: '¿Pero usted tiene 18?', entonces levántese, que yo no la atiendo". La niña se fue a casa llorando. Y al día siguiente, las viudas gallegas empezamos a trabajar".

La federación sigue reclamando amparo económico para las mujeres sin pensión que enviudan jóvenes. Ni ellas ni sus hijos tienen derecho a nada.