Consejeros en el tajo electoral

Menos inaugurar carreteras, que son de competencia foral, los consejeros del Gobierno vasco y el lehendakari Juan José Ibarretxe han hecho de todo en las últimas semanas. El objetivo, demostrar que el Ejecutivo tripartito ha gestionado. Prácticamente han estado en todos los sitios, en todos los frentes. Desde la presentación de robots quirúrgicos hasta un nuevo biotopo. Los consejeros se han puesto el traje de campaña y no se lo van a quitar hasta el último minuto. Como por ejemplo Gabriel Inclán, el titular de Sanidad, quien hoy mismo inaugura el centro de salud de Bermeo, justo cuando está a punto de sonar la campana electoral.

En los casos del lehendakari y de Javier Madrazo, consejero de Vivienda, la razón del frenesí por inaugurar, presentar e intervenir en cualquier evento es evidente, ya que ambos son cabezas de lista de sus partidos, PNV y EB. Sin embargo, los consejeros del PNV no son candidatos por decisión del partido. Y en el caso de EA, ninguno de los tres consejeros figura en puestos con posibilidades de obtener un escaño.

Los consejeros que no son candidatos se han lanzado a 'vender' gestión

Sin embargo, su actividad y presencia pública resulta apabullante. La venta de la gestión en un momento de gran zozobra económica deja en un segundo plano todo lo relacionado con el plan soberanista, al que Ibarretxe ha dedicado gran parte de la legislatura. "Cuando la economía manda, se impone la gestión. Y si no que se lo pregunten al que se ha quedado parado y lleva unos meses sin encontrar nada. A ese que no le hablen de soberanía", apunta Andrés Aguirre, que acaba de perder su trabajo en una empresa a auxiliar de Mercedes.

Además de las presentaciones, algunos aprovechan las reuniones del Consejo de Gobierno para dar salida en el último instante a decretos muy importantes, como ha hecho el consejero de Educación, Tontxu Campos, para regular Infantil y Bachillerato.

Durante la jornada de ayer, sólo permanecieron ajenos a esta dinámica el consejero de Interior, Javier Balza, a quien su cargo le obliga a mantenerse más al margen y la vicelehendakari y consejera de Hacienda y Administración Pública, Idoia Zenarruzabeitia. Javier Madrazo, en su perfil de candidato, presentó el plan de EB para combatir la crisis; Inclán se rodeó de su equipo para exponer el programa Salud y Mujeres junto a Ibarretxe; Joseba Azkarraga (Empleo, Justicia y Seguridad Social) inauguró un centro de atención para hijos de familias monoparentales; Gonzalo Sáenz de Samaniego (Agricultura y Pesca) hizo lo propio con la sociedad Hazilur, dedicada a financiar el sector alimentario; Esther Larrañaga (Medio Ambiente) se acercó hasta Zumaia para presentar un nuevo biotopo y Campos confraternizó con profesores y directores al presentar las mejoras informáticas que se aplicarán en los centros educativos.

Más comedidas se mostraron la portavoz y consejera de Cultura, Miren Azkarate, la consejera de Industria, Comercio y Turismo, Ana Aguirre, y la de Transportes y Obras Públicas, Nuria López de Guereñu. Las dos primeras se limitaron a participar en sendos actos, pero sin llevar el peso en ninguno de ellos. Azkarate escuchó la exposición del plan de cultura que el PNV lleva en su programa electoral y Aguirre estuvo presente en la inauguración del nuevo edificio del grupo LKS. López de Guereñu firmó un convenio en Muxika (Vizcaya) para mejorar la red de EuskoTren.

Muy poca cosa ante un hiperactivo y ubicuo Ibarretxe. A primera hora, el lehendakari presidió en Bilbao la presentación del programa Salud y Mujeres junto al consejero de Sanidad; a media mañana, el programa de cultura del PNV en San Sebastián, y por la tarde estuvo en Mondragón inaugurando el edificio de LKS.