Las operadoras del móvil se enfrentan a la primera crisis económica de su historia
El sector se verá menos afectado que otros porque el descenso por facturación de voz se compensará con el ascenso de la facturación de Internet
La telefonía móvil era hasta ahora inmune a la crisis. Le iba viento en popa desde su nacimiento. A los operadores de telefonía móvil -sólo tres, por decreto- les bastaba sacar periódicamente planes de tarifas, cuanto más complicados mejor, y regalar terminales para que les cayera un aluvión de clientes trimestre a trimestre. Pero el viento empezó a amainar el pasado año y ya en éste le amenaza la calma chicha de la crisis económica general y del consumo en particular.
Por primera vez, las operadoras tienen que sacar músculo y remar. Remar no sólo para contener el margen comercial, que está cayendo, sino para no convertirse en empresas deficitarias. Los antecedentes no son muy alentadores. Las compañías del móvil redujeron sus ingresos en el tercer trimestre del año pasado (últimos datos oficiales). Se trata de una caída mínima (apenas el 0,16%), pero significativa, ya que éste es el primer descenso desde 1995, año en el que nació la competencia con la llegada de Airtel (actual Vodafone).
Frenazo
Desde entonces, los ingresos del sector han crecido a un ritmo anual medio de dos dígitos. En 2007, los ingresos de las operadoras móviles aumentaron un 11,5%. El punto álgido se produjo precisamente en el tercer trimestre del año pasado. Entonces se batió el récord de ingresos trimestrales, con 3.865 millones de euros.
Aun así, casi todos siguen los consejos del presidente del Gobierno y alientan el optimismo. "El sector de telecomunicaciones se verá afectado en menor medida que otros sectores. La comunicación y el acceso a la información son necesidades esenciales. El volumen de tráfico de voz seguirá creciendo, pero descenderán los precios por minuto, y los clientes seguirán demandando acceso a Internet a través de las redes de banda ancha tanto fija como móvil y optimizarán su gasto", indican en Vodafone. En el último trimestre de 2008, los ingresos de Vodafone cayeron un 5,8%.
En Movistar también se apuntan a la confianza, aunque con cautela, porque creen que, aunque los consumidores mirarán ahora más la factura, los nuevos servicios de datos compensarán la caída de consumo. "En contra de lo que se piensa, hay algunos servicios que no sólo no están notando la crisis, sino que están continuamente creciendo, como es el caso de los servicios de datos móviles, correo electrónico y conectividad, esencialmente, con porcentajes de crecimiento que en algunos casos son de tres dígitos".
France Telecom sostiene una tesis muy similar: "El sector de las telecomunicaciones está aguantando relativamente bien la crisis económica y financiera en la que estamos inmersos en estos momentos debido, principalmente, a que los servicios que ofrece, tanto fijos como móviles, forman parte del día a día de las personas y empresas, y resulta muy difícil prescindir de ellos. En España, en los nueve primeros meses del año hemos incrementado nuestros ingresos en la unidad de negocio móvil un 0,9%", indican en Orange España.
Las alternativas
Los llamados operadores alternativos tienen también un punto de vista diferente. Johan Andsjö, consejero delegado de Yoigo, compañía que ha conseguido un millón de clientes en sus dos años, lo explica: "La crisis afecta a todos, pero dentro de cada sector hay diferencias. No será lo mismo para el operador con precios altos como para los que somos low cost y ayudamos a ahorrar. Es una buena oportunidad porque la gente va a pararse a mirar sus facturas y cuando se dé cuenta de que puede pagar mucho menos cambiará de operadora. Si puedes ahorrar hasta el 40% de lo que gastas, ¿por qué no hacerlo?".
También ve una oportunidad en la crisis la holandesa KPN, que alcanzó los 150.000 clientes activos en un año con varias marcas, como Symio y Blau, y cree que la crisis es una oportunidad. "La gente empieza a fijarse más en la tarifa y en lo que paga a final de mes que en el terminal que le subvencionan los operadores de red. Aquí los OMV [operadores móviles virtuales o sin red propia] no tenemos rival. Los operadores de red no pueden ofrecer unos precios tan bajos como los nuestros. Además se ven obligados a utilizar reclamos como la subvención de terminales, pero se ha producido un giro en el mercado y ellos no están preparados. Ahora los consumidores prefieren tener un móvil sencillo y pagar menos por su factura que tener un terminal de última generación, con funciones que no utilizarán nunca, y seguir pagando unas facturas muy abultadas", apunta Jochen Doppelhammer, máximo responsable de KPN en España.
Los tres grandes (Telefónica, Vodafone y Orange) coinciden en que los precios seguirán bajando y habrá que cambiar hábitos, por ejemplo ser más selectivos en la subvención de terminales, uno de los principales costes. "Los operadores seguiremos invirtiendo en captar clientes. Evidentemente, cuanto mejor sea el terminal, mayor puede ser la subvención, pero irá asociada, como en los casos de iPhone y Nokia 5800 Xpress Music, por ejemplo, a tarifas de datos planas que también supongan una ventaja adicional para el cliente", indican en Movistar.
Sobre las inversiones se guarda un discreto silencio. Se seguirá con el despliegue de las nuevas redes HSDPA, pero quizá el ritmo se ralentice.
Lo que ningún operador esconde es su miedo a que la crisis avive más los deseos recaudatorios de las administraciones, en particular los de los ayuntamientos, que están asfixiando al sector. Así lo expresa Orange: "El sector de las telecomunicaciones ya se encuentra al límite de su capacidad impositiva. Según las últimas cifras de Redtel -agrupación de los operadores con red-, la fiscalidad de los operadores en 2007 superó los 568 millones de euros (un 5,8% más que en 2006). Estas cifras dan cuenta de un sector muy castigado por la fiscalidad en los últimos años".
El móvil tiene que reinventarse. En el terreno tecnológico lo está haciendo a velocidad de vértigo gracias a las nuevas redes que permiten el acceso de calidad a Internet y a los smartphone, los terminales inteligentes con múltiples funcionalidades (PDA, cámara, navegador, etcétera). Pero ahora debe reinventarse en el terreno financiero, asumiendo que pasaron los tiempos en que no importaban los costes porque el retorno de la inversión estaba asegurado. Toca remar. ¿Quién será el primero en ponerle remos al móvil?
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