PSdeG y BNG ahogan las acusaciones de despilfarro del PP con el 'caso Carrera'

Socialistas y nacionalistas ahogaron ayer en el Parlamento las acusaciones de despilfarro del PP relacionando la gestión de la anterior Xunta y del entonces vicepresidente, Alberto Núñez Feijóo, con la trama de financiación ilegal y corrupción urbanística destapada por el juez de Audiencia Nacional Baltasar Garzón.

El PP había solicitado una reunión de la Diputación Permanente del Parlamento sin contar con que la sesión iba a coincidir con la obligada renuncia de su cabeza de lista por Ourense, responsable del cobro de una comisión de 240.000 euros a través de un paraíso fiscal, y con la investigación de la supuesta trama de corrupción que dirige Garzón. La oposición no sólo no logró el apoyo de socialistas y nacionalistas para pedir la comparecencia del conselleiro de Presidencia, José Luis Méndez Romeu, y del presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, en relación con un supuesto despilfarro de dinero público para remodelar tres salas de la sede del Gobierno en San Caetano y en torno a la gestión de la Sociedade Galega de Medio Ambiente (Sogama), sino que tuvo que afrontar un agrio debate en el que unos y otros rivalizaron en un intercambio de graves acusaciones.

Touriño se dedica a organizar "fiestóns do carallo" en Monte Pío, según el PP

Los socialistas relacionan a Feijóo con el detenido Pablo Crespo

El portavoz del PP, Manuel Ruiz Rivas, sacó a relucir todos los casos con los que su partido ha tratado de describir el supuesto despilfarro y falta de austeridad de la Xunta a lo largo de los últimos meses: compra de coches oficiales, viajes al extranjero, consumo telefónico e incluso una factura de 400 mojitos correspondiente a una recepción oficial en La Habana. Mientras 200.000 gallegos engrosan las filas del paro, Touriño se ha convertido "en el sultán de San Caetano" y Méndez Romeu en "su emir", concluyó.

Ismael Rego (PSdeG), comenzó tachando de "mentiras y manipulaciones" las acusaciones del PP y afirmó que el actual presidente "es el más austero de la historia de Galicia". Para demostrarlo, contrapuso el supuesto gasto alegado por los populares (unos siete millones de euros) a los realizados durante la época de Manuel Fraga: 15 millones para la residencia presidencial de Monte Pío, 12 para el palacete que sirve de sede a la Xunta en Madrid o los 450 dedicados a construir "el mausoleo" de la Cidade da Cultura.

Tanto Rego como Carlos Aymerich (BNG) dedicaron la mayor parte de sus respectivas intervenciones a ironizar con la preocupación del PP por la crisis a cuenta de su fallido candidato por Ourense, Luis Carrera, que iba para "gurú económico" de Feijóo, y especularon con que "aparezca alguno más en las listas" que tampoco haya cumplido con sus obligaciones fiscales.

El portavoz socialista relacionó la ausencia de la Diputación del diputado del PP Carlos Negreira con el hecho de que cuando estaba al frente de Portos de Galicia tenía en el consejo de administración a Pablo Crespo ex secretario de organización del PP gallego y uno de los detenidos por orden de Garzón. En opinión de Rego, alguna empresa relacionada "con los espías" y lo que está pasando en Madrid va a salir a la luz vinculada a la etapa de Negreira en Portos de Galicia. El PP gallego, lamentó Rego al término de su intervención, ha decidido someterse a "la estrategia de la ultraderecha española".

Negreira, subrayó Aymerich, "anda preocupado por la Fiscalía", como el PP por la red de corrupción que está siendo investigada. Fueron los actuales responsables del partido, con Feijóo a la cabeza, quienes favorecieron a Pablo Crespo, señaló el portavoz nacionalista.

A la vista de que ni el portavoz del PSdeG ni el del BNG perdían tiempo en discutir las acusaciones de despilfarro y pasaban al ataque, Ruiz Rivas optó por ampliar sus ataques. En su lista de recriminaciones incluyó los GAL, Luis Roldán, José Barrionuevo. Filesa, "los crímenes de Estado" y la supuesta colocación de amigos del BNG en la Xunta. "No sé cuánto costó Monte Pío", admitió Ruiz Rivas. "Lo que sí sé es" para qué lo usaba Fraga. Touriño ahora utiliza la residencia para organizar "fiestóns do carallo", concluyó.