Del fútbol al Goya de animación pasando por un banco

Pablo, que por aquel entonces se llamaba Saúl, se cayó del caballo camino de Damasco cuando vio la luz. José Esteban Alenda, madrileño de 31 años, no ha caído una vez sino dos. Aunque al final, tanta desmontadura le ha llevado al escenario de los Goya. Su filme La increíble historia del hombre sin sombra obtuvo la estatuilla al mejor corto de animación hace ocho días.

"La historia arrancó hace casi tres años cuando una amiga me prestó La maravillosa historia de Peter Schlemihl, un relato fascinante de Adelbert von Chamisso. Buscábamos un proyecto de animación en la productora [Solita Films, en la que también participa su hermano pequeño César], después del éxito de nuestro corto anterior, Manolo marca registrada, y esa novela me empujó a escribir un guión que adaptara a un corto de animación", cuenta José Esteban Alenda. Peter, "un tipo un poco sosete", vende su sombra a un misterioso personaje, el auténtico protagonista, Adam, a cambio de una bolsa de monedas de oro.

"Lo hago todo con mi hermano César, pero en este caso además el trabajo duro lo ha realizado Juan Rubio, el dibujante". Porque una de las características atípicas de José Esteban, guionista y director del proyecto, es que no dibuja "ni lo del seis con el cuatro hago un retrato". César, que estudió Arquitectura, realizó la posproducción. Por supuesto, ninguno se gana la vida con esto. José trabaja en el departamento de desarrollo de la productora y distribuidora Aquelarre. "Me queda poco tiempo libre y lo absorbe nuestra productora".

Los hermanos Esteban parecían nacidos para el cine. Su padre, José Esteban Alenda (en homenaje, sus hijos mantienen el segundo apellido), fue uno de los grandes productores de los ochenta: a él le dedicó José Luis Garci el Oscar de Volver a empezar. Pero a José le tiraba más el fútbol: era el capitán del mítico equipo de infantiles del Atlético de Madrid en el que también destacaba Raúl y que en una Liga metieron 308 goles y sólo recibieron uno. "Mi vida no era sólo el fútbol y me harté con 20 años cuando estaba en el Alcorcón en Tercera División".

Primer cambio vital. Acabó Empresariales y entró en un banco. "Pero me tiraba la creatividad, y a los cuatro años lo dejé, hice un máster y empecé en el cine". La segunda caída del caballo le ha llevado al Goya, a recordar en su discurso a su padre fallecido, y a poner a punto sus próximos proyectos: "Raúl ha triunfado en el fútbol por su hambre de triunfo. Yo no la tenía en el deporte, pero sí que la tengo en el cine".

"La increíble historia del hombre sin sombra" de José Esteban Alenda